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El Fondo Monetario Internacional (FMI) publicó su actualización más reciente del World Economic Outlook, confirmando la desaceleración global y revisando a la baja sus estimados de crecimiento por tercera vez en menos de seis meses.

Esta nueva reducción en los estimados se da después de que en octubre el FMI revisó sus pronósticos de crecimiento global a la baja por primera vez en dos años.

En concreto, el FMI revisó los estimados de crecimiento global para el 2019 de 3.5 a 3.3%, acentuando que la reducción es consecuencia de una pérdida de dinamismo que se observa desde la segunda mitad del año pasado y que se debe principalmente al fuerte deterioro observado en las condiciones financieras a nivel global experimentadas durante el último trimestre del año pasado, a las constantes fricciones comerciales entre los principales bloques económicos y a la creciente incertidumbre política en algunas geografías.

Aunque el FMI espera que la desaceleración se vaya disipando hacia la segunda mitad del 2019 y no descarta posibles sorpresas positivas, el fondo destacó que existen riesgos que hacen más probable que estos estimados sean revisados a la baja, y no al alza, en los próximos meses.

La revisión a la baja en las previsiones de crecimiento global del FMI es principalmente atribuible, aunque no exclusiva, a una mayor debilidad en las economías desarrolladas. Para la principal economía del mundo, Estados Unidos, el estimado de crecimiento para este año fue revisado de 2.5 a 2.3 por ciento.

Mientras tanto, las proyecciones para la eurozona presentaron una revisión más pronunciada, pasando de 1.6 a 1.3% —vale la pena recordar que en octubre el estimado se ubicaba en 1.9 por ciento. Este ajuste a la baja en la eurozona es primordialmente un reflejo de la fuerte revisión a la baja para el crecimiento en las economías de Alemania e Italia, donde los estimados se recortaron de 1.3 a 0.8% y de 0.6 a 0.1% respectivamente.

Por su parte, el estimado de crecimiento en el Reino Unido fue reducido de 1.5 a 1.2%, con crecientes riesgos a la baja en caso de un Brexit desordenado.

En el caso de Japón, el estimado de crecimiento se redujo de 1.1 a 1.0 por ciento.

Para las economías emergentes, las revisiones fueron menos pronunciadas en esta ocasión, pero no hay que olvidar que este bloque ya había sufrido reducciones importantes en sus estimados de crecimiento en las dos actualizaciones anteriores elaboradas por el FMI.

De esta manera, para los emergentes como grupo, el FMI redujo sus estimados para el 2019 de 4.5 a 4.4% —aunque vale la pena recordar que apenas en octubre del año pasado el FMI anticipaba una tasa de crecimiento de 5.1% para el 2019.

En el caso del país más importante dentro del contingente emergente, China, el FMI revisó ligeramente al alza su estimado de crecimiento para el 2019 de 6.2 a 6.3% como resultado de las medidas de estímulo implementadas por el gobierno y la posibilidad de una conclusión ordenada y satisfactoria en el enfrentamiento comercial con Estados Unidos.

Para América Latina, el estimado de crecimiento se redujo como consecuencia de una fuerte revisión a la baja para el crecimiento en México (de 2.1 a 1.6%) y Brasil (de 2.5 a 2.1 por ciento).

Aunque parte de los factores que contribuyeron a la desaceleración en la segunda mitad del año pasado se han venido disipando —como el endurecimiento en las condiciones financieras y la perspectiva de una política monetaria más restrictiva por parte de la Fed— y otros podrían estar por llegar a una conclusión favorable —como la guerra comercial entre China y Estados Unidos—, la economía global se encuentra en un momento delicado, en el cual las nuevas medidas de política monetaria y fiscal batallan contra la incertidumbre política y comercial para extender el ciclo de expansión más longevo de la historia.