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La extorsión no estaba bajo control ni es nueva entre nosotros. Si acaso, podemos decir que en 2023 se le cayó la hoja de parra a esta aberración. Con la hoja de parra en el piso, las miserias de esta práctica social están a la vista de todo el que quiera ver: la impunidad de los criminales, el hartazgo de las víctimas y la incompetencia del Estado. Se volvió imposible seguir ignorando al elefante en el cuarto. Es el delito que más ha crecido, de acuerdo con el Observatorio Nacional Ciudadano que dirige Francisco Rivas.

La extorsión es uno de los temas del 2023, aunque no esté en la lista de los grandes hits de La Mañanera. En estos días, hablamos de ella porque seguimos impresionados con la rebelión de los habitantes de Texcapilla, dentro del pueblo de Texcaltitlán. Una comunidad de productores agrícolas se negó a seguir pagando al cártel llamado La Familia Michoacana. La extorsión llevaba cinco años, hasta que la comunidad dijo No. Fue noticia porque hubo 14 muertos y ocurrió a menos de dos horas de la Ciudad de México.

¿Podemos decir que la comunidad ganó? No fue un partido de beisbol, pero algunos comentaristas en radio nos dieron la noticia como si los muertos fueran carreras en el marcador. Diez criminales y cuatro miembros de la comunidad fallecieron. No podemos hablar de ganadores porque la historia no ha terminado. Los habitantes del pueblo tienen miedo de la venganza y, por el momento, pagan el precio de no poder hacer su vida “normal”. Viven en una región donde el crimen organizado manda la mayor parte del tiempo. El gobierno no puede o no quiere imponer el Estado de derecho.

La extorsión es uno de los temas del 2023, porque en agosto hablábamos del drama de los productores de limón en Apatzingán, Michoacán. Ellos y ellas denunciaron que estaban bajo el yugo de grupos criminales que les obligaban a pagar por lo que producían y sacaban de sus tierras. Los testimonios daban cuenta de un sistema de vigilancia muy sofisticado. Los criminales tenían información de cuántas hectáreas estaban sembradas, cuánto producían y cobraban una cuota para autorizar que la producción saliera del campo al mercado. Tenían retenes.

Los productores decidieron hacer pública su historia porque estaban hartos y pararon la producción. Fueron noticia nacional por lo tremendo de su relato, pero también porque esta extorsión generó un impacto inflacionario en los consumidores: el precio del limón se incrementó hasta 40% en la Ciudad de México. En esta crisis, la respuesta del gobernador de Michoacán fue desconcertante. Reconoció que la extorsión llevaba mucho tiempo ocurriendo. Habló de 20 años de extorsiones en la región. Ante el incremento de las denuncias, que pasaron de dos o tres por mes el año pasado a 90 o 200 en 2023, aplicó el adjetivo de hipocresía, “eso no era real”, acusó. En su reacción, algo de verdad le asiste: la mayor parte de los casos de extorsión no se denuncian. La cifra negra supera al 90%. No se denuncia porque casi nunca les pasa nada a los criminales.

La extorsión es uno de los temas en 2023 porque los transportistas hicieron manifestaciones en algunos de los accesos a la Ciudad de México para exponer su situación. Los grupos criminales han radicalizado sus medidas de presión para cobrar derecho de piso. El asesinato de choferes y pasajeros o prender fuego a las unidades de transporte se volvió parte de los riesgos para esta actividad. Entre 2018 y el primer semestre del 2023, se registraron 50,129 extorsiones a transportistas, según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública. Entre 2015 y 2018 fueron alrededor de 13,000 extorsiones, según la misma fuente. A mediados de año, los choferes de Coacalco, en el Estado de México, fueron noticia porque integraron grupos de autodefensa y armados con palos y piedras empezaron a realizar recorridos para inhibir a los criminales que los extorsionaban.

La extorsión es uno de los temas del 2023 porque es el delito que más crece, pero también porque hay una actitud diferente de una parte de la población. El miedo sigue, pero algo ha empezado a cambiar. Algunos se han vuelto rebeldes, en el sentido que el escritor Albert Camus daba a esa palabra. “¿Qué es un hombre rebelde? Un hombre que dice no… El rebelde es el que se vuelve o revuelve contra algo… marchaba bajo el látigo del amo y he aquí que hace frente. Opone lo que es preferible a lo que no lo es”.