Elecciones 2024
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Es peor que la cancelación del NAIM, porque se perderán generaciones de mexicanos: la CNTE recibió, en los hechos, la rectoría de la educación pública, al serle entregada la asignación de las plazas de los maestros.

Lo votó ayer Morena en la Cámara de Diputados, en lo que resultó además (¡como si pudiese caber otro “además”!) un mazazo a la democracia y la división de poderes, tal cual lo dejó claro el jefe de los diputados del partido en el poder:

A ver, somos la bancada del presidente de la República, y vamos a apoyar los acuerdos que él tenga, traduciéndolos aquí, en leyes”.

Es la abdicación del Estado a la rectoría de la educación, a favor de un grupo vandálico que, nunca olvidemos, está compuesto por maestros que no dan clases para dedicarse a la insurgencia urbana, desde hace tres décadas.

Y que lleva esos 30 años sin impartir clases durante un curso completo. El actual, no será excepción: hoy tienen sin clases a 200 mil niños en Oaxaca, mientras sus hordas presionan en la CDMX a los diputados de Morena, aun siendo sus leales aliados políticos, para que les cumplan sus acuerdos.

La CNTE decidirá el ingreso, promoción y permanencia de los maestros en el sistema educativo, y otorgará las plazas en automático para egresados de las normales, la Universidad Pedagógica Nacional y los Centros de Actualización del Magisterio.

Al aprobar las leyes secundarias de la Reforma Educativa, la bancada del mandatario vio a bien asentar que “el Estado mantendrá la rectoría del Sistema Educativo Nacional”. Puro cuento: mandará la CNTE, al decidir quiénes ocupan las plazas y los cambios de escuelas de los profesores.

Queda la educación pública bajo control del grupo de poder fáctico que mangonea al magisterio en Chiapas, Oaxaca y Michoacán, los tres estados que concentran al mayor número de menores de 15 años que no terminan la educación básica, y donde el 30 por ciento de los niños no va a clases.

Lo aprobado por Morena dice que inculcará en los niños “la solidaridad, la justicia, la libertad, la igualdad, la honradez, la gratitud y la participación democrática, con los valores para la responsabilidad ciudadana y social, como el respeto por los otros”.

Es de tener en cuenta que la bibliografía que reparte la CNTE elogia la expropiación de la propiedad privada, el gobierno de partido único y la lucha armada. Y que, para entregarla, exige “cuotas voluntarias” a los padres de familia.

En efecto, el daño es peor que la cancelación del NAIM, ya que la economía puede recuperarse un día. Pero esto entierra la calidad de la educación, al sepultar la meritocracia entre quienes enseñan a nuestros niños.

Un cataclismo.