El puerto resultó un fracaso, la deuda creció hasta volverse impagable y China se cobró con el puerto. Curioso que en México le llamamos a eso cobrarse a lo chino
Sri Lanka es esta pequeña isla que está en la punta de India y ,literalmente, del otro lado del mundo.
Sin embargo, la crisis política y la insurrección social que tiró al gobierno nos ha acercado esa realidad hasta nuestras pantallas y eso le da otra cercanía a la isla y a sus problemas.
El primer punto de coincidencia tiene que ver con la crisis mundial que ha desatado la inflación, en especial el alto costo de los alimentos. Ya hemos visto imágenes de manifestaciones violentas derivadas del alto costo de los energéticos y los alimentos.
Pero en el caso específico de la antigua Ceilán se ha agravado la crisis social por la escasez de una serie de productos, lo mismo alimentos, que medicinas, combustibles y toda clase de productos básicos.
Hay otras historias que también nos acercan a los mexicanos a la realidad de los ceilaneses, algunas tan paradójicas como la millonada que se gastó ese país pobre en la construcción de un aeropuerto internacional que tiene tan pocos vuelos que no puede ni pagar sus gastos de operación. Por si alguien le suena esa historia como un tema local.
De hecho, buena parte de los problemas de Sri Lanka vienen de la construcción de infraestructura inútil. Allá no tienen un Tren Maya o una refinería de Dos Bocas, pero tienen el puerto de Hambantota que nadie usa y que sí los devastó financieramente.
Pero más que el despilfarro en las obras inútiles por parte de sus mesiánicos y corruptos dirigentes, el problema de fondo de Sri Lanka viene por parte de su prestamista y patrocinador de estas obras: el régimen chino.
Les ha pasado algo similar como a aquellos préstamos personales, adjudicados a bandas de colombianos que operan en México, que a través de préstamos pequeños generan deudas impagables que después implican extorsiones. El famoso gota a gota.
Bien pues, China aplicó un esquema de gota a gota a Sri Lanka hasta hacer impagables sus deudas.
Las historias son muchas, pero justo ese puerto de Hambantota fue una iniciativa de China. Un puerto que claramente estaba llamado al fracaso, pero que el régimen de Xi Jinping insistió en su construcción y para el cual facilitó el préstamo, con la condición de que una compañía china se encargara de su edificación.
El puerto resultó un fracaso, la deuda creció hasta volverse impagable y China se cobró con el puerto. Curioso que en México le llamamos a eso cobrarse a lo chino.
Claro que los responsables de la crisis financiera y esas deudas impagables por proyectos corruptos e inútiles son los propios políticos ceilaneses, pero China sí les dio un empujoncito.
Sri Lanka está lejos, muy lejos. Pero ese modelo de préstamos chinos está presente en muchos países sudamericanos y del Caribe que ahora son importantes acreditados de esa potencia económica. No encuentra en ellos un beneficio económico, pero sí una cercanía de importancia geopolítica.
Hay importantes inversiones de infraestructura financiadas por China en este continente que, si eventualmente los países no pueden pagar, podrían correr la misma suerte del puerto ceilanés de Hambantota, que aquel gigante asiático se lo agenció a lo chino. Así de cercano es el tema.
Infraestructura inútil
El problema
Parte de los problemas de Sri Lanka vienen de la construcción de infraestructura inútil como el puerto de Hambantota.