Lo importante será el tono de la comunicación del banco. Porque en ese mundo de la especulación hay quien quiere anticipar que el banco central estadounidense habría llegado ya a una tasa terminal
Mientras en México estaremos en plena convivencia con nuestros muertos, que gozosos disfrutarán de sus ofrendas, en los mercados financieros esperan que este miércoles los integrantes del Comité del Mercado Abierto de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) espanten a los espíritus chocarreros que anticipan que volverá a subir la tasa de interés de referencia de Estados Unidos.
Estos últimos 40 días que han pasado entre la reunión anterior de decisión de política monetaria en Estados Unidos y la víspera del encuentro de mañana han sido muy largos porque han estado llenos de incertidumbre por diferentes frentes.
Primero, porque los precios de los combustibles durante septiembre pasado presionaron al alza la inflación general de aquel país y con ello se confirmó un bache en el proceso de desinflación. Y después, por mero orden cronológico, vino el ataque terrorista de Hamás a Israel y la respuesta de este país, lo que aumentó el nivel de la incertidumbre global.
La especulación en los mercados sobre la forma de reaccionar de la Fed a estos hechos de otoño llevó a anticipar un nuevo aumento en la tasa de interés interbancaria, que actualmente se encuentra en el rango entre 5.25 y 5.50 por ciento.
Pero un banco central que carga la responsabilidad de la economía estadounidense y con ella de buena parte del mundo occidental no puede más que tomar decisiones con base en los datos, en la información disponible que les permita anticipar de la forma más detallada las expectativas de la inflación y el empleo.
Es un hecho que las brujas y los fantasmas salieron antes del Halloween, porque ya para hoy hay un poco más de serenidad en los mercados y anticipan que mañana la Fed habrá de anunciar que deja sin cambios su tasa referente en el nivel actual de 5.5 por ciento.
En los mercados, que le apuestan a todo, hay un barómetro de las tasas de la Fed y hasta ayer 99% de los participantes anticipaba que mañana el comunicado de decisión de política monetaria y el propio Jerome Powell anunciarán que se mantiene sin cambios la tasa.
Lo importante será el tono de la comunicación del banco. Porque en ese mundo de la especulación hay quien quiere anticipar que el banco central estadounidense habría llegado ya a una tasa terminal.
Pero, al mismo tiempo, en el barómetro de decisión de política monetaria para la reunión del 13 de diciembre hay, por ahora, 25% de participantes que adelantan un incremento de un cuarto de punto para ese encuentro de preposadas.
Así que los sustos para el resto de esta semana vendrían, no de un aumento de la tasa de interés de referencia que ya descarta el mercado, sino de un tono rudo de la Fed en su comunicado que mantenga la tensión lo que le queda a este 2023.
Y, al mismo tiempo, la lluvia de datos económicos que puedan anticipar una trayectoria monetaria. Por ejemplo, este viernes las nóminas no agrícolas que podrían dar argumentos a la Fed de reforzar su política monetaria restrictiva si los datos de empleo salen mejor de lo esperado.
Así que, a ver qué clase de calaverita nos da la Fed mañana.