Minuto a Minuto

Internacional Las Islas Galápagos: testimonio viviente de más de dos mil especies endémicas
Las Galápagos regulan a los visitantes mediante un estricto control de ingreso, y su experiencia debe ser de observación y aprendizaje
Deportes Robert Dante Siboldi renuncia como entrenador del Mazatlán
Mazatlán confirmó en redes sociales que el director uruguayo Robert Dante Siboldi renunció a su cargo este 12 de diciembre
Nacional Inicia programa ‘Conduce sin alcohol’ de fin de año en CDMX, ¿en qué puntos estará instalado?
El Gobierno de la Ciudad de México dio el banderazo al programa 'Conduce sin alcohol' para la temporada de fin de año
Economía y Finanzas Aeroméxico presenta la nueva ruta directa Monterrey-París
La conexión de Aeroméxico será entre el Aeropuerto Internacional de Monterrey y el Aeropuerto Internacional de París-Charles de Gaulle
Nacional Alerta Amarilla en CDMX por frío para la mañana del sábado 13 de diciembre de 2025
Protección Civil de CDMX activó la Alerta Amarilla por frío para las primeras horas del sábado 13 de diciembre de 2025

Cuando al presidente Andrés Manuel López Obrador se le ocurra la próxima semana en Washington sugerirle al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, que desmantele la estatua de la Libertad si condenan a Julian Assange, fundador de WikiLeaks, acusado de 18 delitos, entre ellos espionaje, seguro que el demócrata le podría preguntar al mexicano si él ya acabó de desmantelar las instituciones de México.

Es un hecho que la 4T lleva buen ritmo de demolición estructural, pero todavía está lejos de concretar la labor de “transformar” al país en un páramo donde sólo se escuche una voz.

Sobran los análisis y los estudios que muestran por qué México podría hoy tener otro nivel de desarrollo que le dieran, una vez más, la oportunidad a esta economía de trascender.

Se ha vuelto de sentido común ver cómo México tiene oportunidades que se van entre las manos por esa política retrógrada en la que insiste el actual régimen, a pesar de los evidentes malos resultados.

Hay demonios que ahí estaban cuando llegó la 4T como la violencia, la falta de respeto al Estado de derecho, la pobreza. Pero está claro que los problemas de México se han exacerbado y se han añadido otros más que parecían superados, como el desmantelamiento de las instituciones, la división de poderes, el respeto a las inversiones y la congruencia con el modelo de apertura económica.

El artículo de este pasado fin de semana en el Financial Times, titulado: “Por qué México está perdiendo la oportunidad de capitalizar la separación entre China y Estados Unidos”, es puntual al describir cómo se pierden las oportunidades para un país que tiene todo para triunfar.

Es lo mismo que han descrito otros medios, nacionales y extranjeros, expertos, empresarios, en fin, de otros sectores como el energético.

La oportunidad de incorporarse a la transición energética con éxito se pierde no sólo en las políticas retrógradas de privilegiar el petróleo y derivados con el monopolio del Estado, sino en imponer barreras, muchas ilegales, en contra de las empresas que buscan sacar provecho de las ventajas geográficas de este país.

A pesar de que se mantienen los cuestionamientos a las estrategias gubernamentales, cada vez son menos las sugerencias de rectificación. Ahora, lo que empieza a dominar es el análisis de la resiliencia.

En una carrera contra el tiempo, la pregunta es qué podría suceder con este país más allá del 2024, en el escenario constitucional de que López Obrador se retire al final de su mandato.

La competencia es entre la continuidad de las políticas actuales, en el escenario de un sucesor que replique sin cambios los mandatos de López Obrador, y la posibilidad de hacer modificaciones en las políticas públicas antes de que la estabilidad del país colapse.

No es, necesariamente, un asunto de cambio de siglas partidistas en el poder, puede ser una rectificación desde la misma estructura hacia un modelo de izquierda más moderna que sepa aprovechar las ventajas de la libre competencia con reglas estables y claras para los inversionistas, pero con programas sociales que puedan dar verdaderos beneficios a la población.