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Ayer vimos uno de los más claros ejemplos de cómo la comunicación de un banco central tiene tanto peso, o más, que la simple publicación de un cambio en sus instrumentos de política monetaria.

La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) influyó ayer en los mercados de su país y del mundo en dos pasos, primero, con la decisión misma de política monetaria de aumentar en 25 puntos base la tasa interbancaria hasta 5.25 por ciento.

Una decisión esperada desde hace semanas que no sorprendió a los mercados.

Las apuestas estaban 10 a uno hasta antes del mediodía cuando se dio a conocer esa decisión.

El segundo paso de influencia fue con la fuerza de las palabras. La expectativa era que a la decisión de alza le siguiera el anuncio de una pausa en ese ritmo frenético de incrementos que llevó a 10 alzas consecutivas en 14 meses.

Y bueno, la decisión llegó, pero no con la claridad que esperaban los mercados. Sí hay que ver los efectos de la política monetaria pero no está plenamente tomada la decisión de pausar los incrementos, dijo Powell.

Y entonces vino el sube y baja de los mercados que aman las certezas y detestan que los dejen con ese nivel de suspenso.

Pero bueno, Powell explicó que a partir de ahora serán dato-dependientes y tomarán decisiones de cómo administrar el acelerador y el freno monetario reunión tras reunión.

Powell insiste en que el Comité de Mercado Abierto no renuncia a llevar a la economía estadounidense al nivel de 2% anual de aumento de la inflación.

Esperar y ver el comportamiento de la inflación, reconocer los efectos en la economía por las decisiones de política monetaria, aceptar que afecta a empresas y familias, pero insistir que se hace en beneficio del conjunto de los agentes económicos, todo eso sólo es posible saberlo si el banco habla.

Vamos, el banco no habla, pero sí lo hace su Presidente. Hay un responsable de comunicar lo que deciden los expertos y eso constituye un hecho tan importante como el dato aislado de impacto en la tasa de interés.

Lo que hizo ayer el presidente de la Fed, Jerome Powell, fue tomar el control de la comunicación sobre las decisiones del banco, no dejar que los mercados y los medios asuman el sentido y el efecto de las determinaciones de la autoridad.

Al final, es probable que sí haya una pausa en el ritmo de aumento del costo del dinero, pero será al compás de la autoridad monetaria, por si algo cambia en el camino, la Fed y Powell podrán afirmar que lo advirtieron.

Ojalá que otros bancos centrales, como el Banco de México, asuman el ejemplo del peso que tiene la comunicación más allá de la decisión numérica.

Cuando hay liderazgo del banco central, cuando puede conducir la comunicación es posible que se puedan ahorrar algunos movimientos del instrumento mismo, en este caso la tasa de interés interbancaria a un día, porque los mercados saben en qué dirección caminar y actuar en consecuencia.

Lo que hizo ayer el Presidente de la Fed fue tomar el control de la comunicación sobre las decisiones del banco, no dejar que los mercados y los medios asuman el sentido y el efecto de las determinaciones de la autoridad.