Elecciones 2024
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Si los funcionarios de la 4T que actualmente están tratando de cuadrar el Paquete Económico del próximo año fueron elegidos por el presidente Andrés Manuel López Obrador bajo su propia fórmula de 99% honestos y 1% capaces, estamos en problemas.

En primer lugar, porque en su 99% de honestidad deja una rendija abierta a la corrupción, que puede ser suficiente para pecar en el arca abierta. Y, sobre todo, porque conducir las finanzas del país no es para burócratas que sólo puedan presumir una capacidad de hacer las cosas de 1 por ciento.

Está claro que muchos de los que acompañan al presidente López Obrador en la función pública cumplen al pie de la letra con ese nivel de capacidades para los puestos que ahora tienen a su encargo. Pero en la hacienda pública se necesita gente honesta, sí o sí, y totalmente capaz.

Se ve que el actual secretario de Hacienda, Arturo Herrera, echó mano de ese 1% que le da de margen el presidente en la honestidad cuando negó, en principio, haber sostenido una reunión con los exsecretarios de ese ramo, José Antonio Meade y José Antonio González. Ahí mostró su 99% de requisito presidencial.

Pero Herrera es, para fortuna del país, mucho más capaz que el porcentaje que exige el presidente para formar parte de su equipo.

De entrada, el hecho de que tenga reuniones con exfuncionarios de Hacienda lo hace un hombre que entiende que toda esa experiencia vale y que la necesita para manejar las complejas finanzas de un país que no puede dar por sentado que tendrá por siempre finanzas públicas sanas.

Ha demostrado el actual secretario de Hacienda que tiene los conocimientos y las habilidades para ser un digno conductor de las finanzas públicas.

Sin embargo, donde sí ha mostrado bajas calificaciones es en el nivel de influencia ante el presidente. En términos beisboleros, debe mejorar su porcentaje de bateo, porque con relativa frecuencia su jefe, el presidente López Obrador, le corrige la plana en público y lo deja mal parado.

Se ve que al oído presencial llegan muchas ideas de cómo manejar las finanzas del país, muchas de ellas sí dejan ver ese 1% de capacidad que presume López Obrador, y el temor es que el muy honesto presidente pudiera dar paso a algunas barbaridades financieras de esas que le acercan algunos colaboradores.

Es ahí donde Arturo Herrera y todo su equipo deben saber imponer la razón sobre los arranques populistas al momento de configurar el Paquete Económico.

Debe prevalecer el conocimiento, los cálculos precisos y la conciencia de que el próximo año será complicado en el mundo, con una posible recesión, con bajos precios del petróleo, con una desconfianza interna en aumento, con una posible degradación crediticia, con inestabilidad financiera y poco margen monetario.

Con total honestidad, porque contrario al dicho presidencial, la rectitud no tiene grados, y con una capacidad absoluta en las funciones que desempeñan, el secretario de Hacienda y los suyos deben defender con todo, la presentación de un Paquete Económico congruente y viable.

De lo contrario, habrá problemas económicos en poco tiempo en este país. Es 100% seguro.