No, contra lo que pudieran pensar no se trata del nombre de una nueva telenovela, sino de dos de los personajes políticos que han sido noticia en los últimos días, por el mismo tema pero por razones muy distintas. Margarita Zavala, por haber llevado su deseo por la Presidencia de la República al punto de … Continued
No, contra lo que pudieran pensar no se trata del nombre de una nueva telenovela, sino de dos de los personajes políticos que han sido noticia en los últimos días, por el mismo tema pero por razones muy distintas.
Margarita Zavala, por haber llevado su deseo por la Presidencia de la República al punto de terminar con sus 33 años de militancia panista; Emilio Álvarez Icaza, por dejar sus aspiraciones presidenciales como independiente, pese a tener el aval de más de 80,000 personas.
Margarita, a partir de su decisión, será inevitablemente un factor que sume al PRI. ¿Por qué? Porque difícilmente habrá algún priista que vote por la ex primera dama de un gobierno del PAN, lo que implica que sus posibles votos saldrán de Acción Nacional o de la oposición en general; en contraste, la salida de Emilio se explica como una postura para no hacerle el caldo gordo al PRI al fragmentar el voto antisistema como ocurrió en el Edomex.
¿Qué seguirá para una y para el otro? Para ella lo que viene será cuesta arriba. Primero, porque si tiene éxito, será a costa del que fuera su partido, y eso será doloroso incluso para ella y para su base electoral. Con un problema adicional, salvo que su crecimiento sea meteórico y la coloque en las puertas de Los Pinos, cosa poco probable, cada punto que gane será visto como una ayuda al candidato del gobierno, lo que en los hechos la puede convertir en la Juan Zepeda de esta elección, un papel nada cómodo para quien ha luchado tantos años bajo las siglas del PAN.
La situación es compleja para ella porque si crece, suma indirectamente al PRI, y si se estanca, es probable que pronto diluya su capital político ante la tendencia natural de los electores a enfocar su atención sólo en los que tienen posibilidades reales de triunfo.
Para Álvarez Icaza el panorama es distinto. De entrada porque su declinación, pese a dejar decepcionados a quienes veían en él una buena opción para la boleta del 2018, ha sido bien recibida. En un país en el que todos quieren ser protagonistas fue bien valorada su decisión de poner en un segundo plano su agenda personal.
¿Qué viene ahora para él? Algunos periodistas especulan que podría ser candidato por el Frente Ciudadano, ya sea en el plano nacional o para la Ciudad de México, lo que sin duda sería una buena opción para unos partidos urgidos de caras más vinculadas con la sociedad que con la clase política. De ser así, Emilio podría ser el “ciudadano”, aunque todos formalmente lo sean, que haga creíble el mensaje de ese movimiento opositor.
Y si no es por esa ruta, Álvarez Icaza tendrá oportuinidad de destacar en los próximos años por la vía independiente, como ya empieza a ocurrir en otros carriles con figuras emergentes como Pedro Kumamoto.
Ya veremos en las siguientes semanas cuál es el destino que les espera a estos dos personajes. En todo caso es claro que han apostado por estrategias muy distintas aunque puedan compartir algunas motivaciones, personales y políticas.
El tiempo dirá si el salto hacia delante de una o el salto a un lado del otro resultaron las mejores apuestas. Lo único seguro es que muy pronto lo vamos a descubrir.