Minuto a Minuto

Nacional Identifican como presunto integrante de Los Chapitos al hombre asesinado en la colonia Juárez
El hombre fue identificado como Óscar “N”, presunto integrante del grupo criminal conocido como “Los Chapitos”
Entretenimiento Muere el productor y escritor argentino Jorge Lozano Soriano
El productor y escritor Jorge Lozano Soriano falleció en la madrugada de este 25 de diciembre a los 89 años de edad
Ciencia y Tecnología Expertos de UNAM “observan” mediante tomografía con IA cámaras magmáticas del Popocatépetl
Dos de las tres cámaras magmáticas que resguardan al volcán Popocatépetl fueron "observadas" por investigadores de la UNAM
Nacional Migrantes en frontera norte y sur de México celebran Navidad en medio de la incertidumbre
El fenómeno incluye a migrantes que hace uno o dos años se encontraban en albergues y que hoy regresan tras ser deportadas desde EE.UU.
Ciencia y Tecnología Top 10 regalos tecnológicos para fin de año y reyes
Esta guía reúne regalos tech imperdibles que combinan innovación, diseño y experiencias premium

Tres intentos de homicidio padeció Ciro Gómez Leyva durante el gobierno de López Obrador.

Uno, el de quien trató de matarlo a tiros y no pudo hacerlo porque el auto estaba blindado.

Otro, el de quien trató de matar a la persona pública Ciro Gómez Leyva, al periodista, y no pudo hacerlo, aunque lo intentó sin cesar, con premeditación, alevosía y ventaja.

Un tercer intento tuvo que ser derrotado por Ciro dentro de él mismo, en su ánimo lesionado, negándose a tomar una decisión personal de retiro, dados los intentos convergentes de homicidio físico y de homicidio moral.

Uno, dos, tres: el trimicidio de Ciro.

El más físico de los intentos fue, desde luego, el de tratar de matarlo a balazos: cinco.

El más insidioso y persistente fue el del entonces presidente López Obrador: borrar a Ciro de su mundo profesional, destruir su fama pública.

La expresión inglesa para daño moral es character assassination. Literalmente: asesinato de personaje.

Cuando Ciro Gómez Leyva dice que López Obrador quiso matarlo profesionalmente, dice que quiso matar su personaje, su vida de periodista profesional.

Fue un intento de character assassination ensayado muchas veces, un día y otro, frente al auditorio presidencial de las mañaneras. Ahí López Obrador trataba de matar en Ciro la esencia de su oficio: la credibilidad.

No me atrevo a decir que el intento de asesinato presidencial del personaje falló del todo. Digo que no lo mató y que con el tiempo produjo lo contrario, una nueva y mejor vida profesional de Ciro.

Pero, en su momento, el intento de asesinato presidencial hirió al personaje, lo lastimó, lo puso en modo de persecución, lo infamó cuanto quiso, creó el ambiente público propicio para que alguien tuviera la ocurrencia de matarlo físicamente.

El delito de homicidio físico no se consumó, ni el de asesinato moral. Pero los dos fueron delitos graves, en grado de tentativa.

El atentado físico está parcialmente castigado con el autor material preso: falta el autor intelectual. El atentado moral sigue impune.

No me pudiste matar, le dice Ciro en el título de su libro al pistolero y al ex presidente. Bien dicho.

Fallaron. Pero trataron.