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Por más que trato de salirme de la inercia noticiosa para hacer un comentario diferente, irremediablemente caigo en la interpretación sobre la pandemia que azota al mundo, la cual cada día nos preocupa más. En mi caso, aunque soy adulto de la tercera edad, no le temo tanto al contagio como a las consecuencias que el Covid-19 causará en la economía y en la vida social del mundo.

La economía, como escribió el empresario colombiano Luis Fernando Ángel Moreno, “no son unos señores de sombrero que juegan a la bolsa; muchos creen que la economía son las riquezas o una cosa aislada que no tiene que ver con ellos. La economía es el sustento básico, la economía se afecta un poco por el sistema de salud, sin embargo, es el sistema de salud quien depende de la economía para sobrevivir. La economía es tener alimentos en la mesa, quien transporte esos alimentos, quien los distribuya y quien los venda. La economía es poder ir a comprar estos alimentos y no morir de hambre”.

El pensamiento del colombiano, miembro de la Junta Directiva de la Cámara de Comercio de Bogotá, entre otras actividades empresariales, coincide, en gran medida, con lo expresado por el mexicano, Ricardo Salinas Pliego, cuyo artículo “No moriremos de Covid-19 pero sí de hambre”, causó tantas controversias y críticas.

Uno y otro personaje, con diferentes matices, convergen en una idea: la paralización de la actividad económica por la prolongada cuarentena y el miedo a la enfermedad —no es mortal de necesidad— repercutirá de manera gravemente negativa en el futuro inmediato de la humanidad. Ambos son partidarios de abolir el #QuédateEnCasa lo antes posible y reanudar el trabajo, con las debidas precauciones, pero en todos los rubros.

El que escribe lo que usted lee ha tratado de comprender la idea de las dos personalidades aquí citadas y, sin miedo y sin prejuicios, no puede soslayar los puntos de verdad que poseen sus expresiones. Porque existen millones de personas en el mundo que si hoy no trabajan hoy no comen y el hambre no entiende razones. “Un estómago vacío es un mal consejero”, dijo Albert Einstein.

Del artículo de Luis Fernando Ángel Moreno, que está disponible en el portal virtual El Horizonte, originado en Monterrey, Nuevo León, entresaco lo siguiente: El desempleo mata, la angustia de no saber qué hacer en un mundo que se frenó puede ser mortal. ¿Entendemos la crisis que están viviendo las personas de bajos recursos, las que antes de esto eran pobres y hoy no tienen ni siquiera la posibilidad de salir a buscar algo para comprar pan?

Si con la economía en marcha, el año pasado tuvimos un poco más de 10 millones de personas muertas de hambre, ¿cuál será la cifra de muertos por hambre con la economía frenada? Pero, al parecer, no importa, al fin y al cabo el hambre, si bien mata, no es contagiosa.

Adiós

También la cuarentena hace imposible despedirse de los amigos como se acostumbra. Desde aquí mando un minuto de aplausos a mi amigo y colega Gustavo Rodríguez, quien se nos adelantó al más allá. Descansa en paz, querido Gus.

Memes.

Podrán prohibirnos salir de nuestras casas, podremos estar muy preocupados por el futuro, pero el sentido del humor que los mexicanos tenemos y que se agudiza en las circunstancias desconsoladoras nadie nos lo quita. Aquí una muestra:

Si me dicen que hable ahora o calle para siempre, elijo calle.

¿Alguien sabe a partir de cuándo podemos recibir gente en la casa? Mi esposa ya tiene dos días tocando.

El contagio del VIH se produce haciendo el amor, en cambio, con el pinche Covid-19 te contagias tocando el timbre.