Y los aeropuertos que ya manejan y las aduanas y el Tren y las múltiples actividades de construcción y la lista sigue
Por si quedaba alguna duda, el fin de semana Claudia Sheinbaum dijo que en los primeros días de su Presidencia se asegurará de que se cumpla, gracias a su mayoría, el deseo de Andrés Manuel López Obrador y la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) para que se apruebe legalmente la adscripción de la Guardia Nacional (GN) a esa dependencia.
“La GN, en tan solo cinco años, ya tiene el reconocimiento del pueblo de México y nos corresponde a partir del 1 de octubre seguir fortaleciendo y consolidarla como parte de la Sedena con la reforma constitucional que está en puerta en el Congreso mexicano”, dijo la próxima presidenta.
Para quienes pensaban que la experiencia de Sheinbaum en la ciudad, en donde la GN tuvo una presencia mínima y logró sus tan presumidos números con una policía civil, haría que se detuviera el proceso de militarización que se ha dado en estos años, han chocado con la realidad: el Ejército no se toca.
Como la misma presidenta electa lo dijo, no es por los resultados, que no son muy alentadores cuando uno mira el número de homicidios, desapariciones y ocupación de territorio de organizaciones criminales, por mencionar algunos ejemplos. Es porque el Ejército siempre, hace años, ha aparecido muy bien evaluado en encuestas. Será por eso por lo que llevamos tres sexenios entregándoles la seguridad, que en este se ha magnificado y pronto legalizado.
Veremos ahora, pero no hay que esperar demasiado, qué sucede a partir de octubre con el próximo informe del Mecanismo para la Verdad y el Esclarecimiento Histórico, cuyas investigaciones han sido bloqueadas por el Ejército mexicano desde hace años o qué sucede con el caso Ayotzinapa, en donde el actual presidente rendirá su propio informe que, por supuesto, minimizará la actuación del Ejército en aquellos aciagos días. Ya dijo López Obrador que para los soldados no está mal la prisión domiciliaria, no así para el resto de los ciudadanos que este gobierno y el próximo han igualado la prisión preventiva de oficio, falsamente, a la justicia.
Y los aeropuertos que ya manejan y las aduanas y el Tren y las múltiples actividades de construcción y la lista sigue.
La 4T siempre se ha vestido de verde, nadie debía esperar otra cosa del “segundo piso”.