Mañana viernes se dará el sexto y antepenúltimo anuncio de política monetaria del 2014 y tanto los analistas como el mercado secundario de tasas están dando por un hecho que el Banco de México (Banxico) mantendrá su política monetaria sin cambios, dejando la tasa de referencia en 3.0 por ciento. La decisión se da en … Continued
Mañana viernes se dará el sexto y antepenúltimo anuncio de política monetaria del 2014 y tanto los analistas como el mercado secundario de tasas están dando por un hecho que el Banco de México (Banxico) mantendrá su política monetaria sin cambios, dejando la tasa de referencia en 3.0 por ciento.
La decisión se da en un contexto global donde la política monetaria en Estados Unidos está por concluir su ciclo expansivo más agresivo en la historia económica, mientras que en la eurozona la política monetaria muy probablemente tomará un sesgo más expansivo.
Banxico probablemente reconocerá que la economía de Estados Unidos ha seguido recuperándose, mientras que la eurozona es amenazada por una nueva recesión pero también resaltará los bajos niveles de inflación en las principales economías del mundo desarrollado.
Por el lado de la economía mexicana, Banxico probablemente reconocerá que el ritmo de crecimiento ha sido débil, pero que hay evidencia de una recuperación gradual impulsada principalmente por la demanda externa y una incipiente reactivación de la demanda interna.
Muy probablemente, Banxico apuntará a la falta de dinamismo en la demanda interna y un nivel de utilización aún por debajo del deseado en los factores de producción para mantener las tasas de interés en mínimos históricos a pesar de que la inflación se encuentra por arriba del rango objetivo de Banxico.
De acuerdo con las cifras más recientes correspondientes a la primera quincena de agosto, la inflación anual se ubica en 4.07 por ciento, más de un punto porcentual superior al límite máximo del rango de 3 por ciento más/menos un punto. Banxico probablemente especula que las presiones inflacionarias son transitorias y relacionados con dos factores puntuales:
(i) El regreso a clases, que contribuyó a un aumento considerable en los costos de educación y (ii) el incremento de los precios del pollo, la carne de cerdo y la carne de res. No obstante, también hay que mencionar que la cifra de la primera quincena de agosto se benefició de una caída en los precios de servicios relacionados con el turismo y de la categoría de frutas y verduras.
Aunque la inflación en términos anuales se ubica por arriba de 4 por ciento, Banxico enfatizará que la inflación subyacente se ubica en un nivel más razonable de 3.34 por ciento y que la tendencia, tanto de la inflación total como la subyacente, debe -en ausencia de choques por el lado de la oferta- mostrar una tendencia a la baja en lo que resta del año.
Mientras todo indica que Banxico mantendrá una política monetaria expansiva durante lo que resta del año, la política fiscal parece seguir teniendo un impacto restrictivo en el componente doméstico de la economía.
Aunque por el lado del gasto y la inversión pública hay un estímulo importante, el impacto restrictivo de la reforma fiscal en el lado de la recaudación aún no termina de digerirse.
Desafortunadamente, en un país como el nuestro donde la penetración financiera es tan baja y donde la mayoría de las empresas generadoras de empleo no tiene acceso al crédito en condiciones competitivas, la efectividad de la política monetaria como herramienta de política económica palidece en comparación con la de la política fiscal.