Cuando en diciembre de 2012, a los pocos días de haber tomado posesión de la Presidencia Enrique Peña Nieto, su secretario de Hacienda, Luis Videgaray, habló con los grandes empresarios sobre la reforma fiscal que venía, y algunos le respondieron, como si siguiera gobernando el PAN: Pues no invertiremos. Los dirigentes empresariales durante 12 años … Continued
Cuando en diciembre de 2012, a los pocos días de haber tomado posesión de la Presidencia Enrique Peña Nieto, su secretario de Hacienda, Luis Videgaray, habló con los grandes empresarios sobre la reforma fiscal que venía, y algunos le respondieron, como si siguiera gobernando el PAN: Pues no invertiremos.
Los dirigentes empresariales durante 12 años habían sido uno de los reales poderes fácticos, sin los que no avanzaba ninguna iniciativa económica y las pocas que prosperaron fueron a su medida y, a veces, a su iniciativa.
Y ya estaban acostumbrados a eso hasta que se dio el cambio de régimen y la autoridad regresó a su origen.
Esto lo cuento, porque el pasado día 10, los integrantes del influyente Consejo Mexicano de Negocios, que representan a los consejos de 42 empresas que cotizan en la Bolsa Mexicana de Valores y el 28.39 por ciento del producto interno bruto, tuvieron dos reuniones en Los Pinos con el Presidente de la República: una pública, en donde varios de ellos anunciaron sus inversiones para este año, y otra privada, una comida en la que ya cada quien, en la confianza de las cuatro paredes habló de sus cosas en tono coloquial a excepción de un regio.
El dirigente de este grupo, que por años ha sido Claudio X. González, que se reeligió, anunció que el monto de las inversiones privadas de este grupo para este año, ascenderán a 27 mil 450 millones de dólares, unos 356 mil millones de pesos.
Esta inversión es mayor a la del año pasado, lo cual, dijo González, refrenda el compromiso y la convicción de que México tiene un futuro prometedor. Estas inversiones son consecuencia del optimismo y entusiasmo que han generado las reformas transformadoras y están abriendo las puertas a un crecimiento más vigoroso y más acorde con el gran potencial que tenemos con el país.
En la reunión celebrada en el Club de Empresarios Bosques, estaba presente el titular de Hacienda que escuchaba, complacido, cómo muchos de los allí presentes le habían dicho un año atrás que las inversiones se reducirían por la reforma fiscal, ahora, con ésta en vigor, se solazaban ante el Presidente de la República, de anunciar su aumento.
Retales
1. Club. El Consejo de Hombres de Negocios era el Club de Tobi porque no había mujeres, pero ya corrigieron porque hay una empresaria: Blanca Avelina Treviño de Vega, presidenta de Softtek, y por eso cambiaron el nombre a Consejo Mexicano de Negocios, eliminando el machista y excluyente Hombres;
2. Sindicato. Carlos Romero Deschamps permanecerá por ahora al frente del sindicato de Pemex, pero en su momento dejará esa posición aunque mantendrá la de senador de la República; y
3. Apéndice. En la víspera de votar la reforma de telecomunicaciones, el senador David Penchyna fue operado de emergencia por una apendicitis. Pero con todo y convalecencia se levantó para ir a votarla.
Nos vemos, pero en privado,
el martes 5 de agosto