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El refrán que encabeza mi columna significa que cuando la autoridad se ausenta los subalternos se relajan y dejan de cumplir con su deber. En el caso del tema que quiero tratar el gato es nada más y nada menos que el señor licenciado Enrique Peña Nieto, nacido en Atlacomulco, Estado de México, el 20 de julio de 1966. En cuanto a su título de licenciado, existe el documento emitido por la Universidad Panamericana que lo acredita como tal; aunque según se supo, la tesis del mexiquense no fue cien por ciento original, parcialmente la copió, reproduciendo párrafos de autores a los que no les dio el obligado crédito, razón por la cual sus compañeros de generación, quienes ya habían reparado en la prominencia capilar del peinado del compañero plagiario, le pusieron como apodo “el copietón”. En lo relativo a la fecha y lugar de nacimiento del personaje que hoy comparo con un felino, una investigación del portal noticioso sinembargo.mx —crédito obligado— nos informa que “el acta de nacimiento del Presidente Enrique Peña Nieto en Los Pinos es ‘inexistente’”. Aquí surge la suspicacia: Las encuestas, la mala economía y la realidad cotidiana indican y confirman que el gobierno de Peña Nieto no ha sido un dechado de eficacia; por el contrario, ha sido reprobado por la mayoría de los ciudadanos. Pregunto yo: ¿La inexistencia del acta de nacimiento no será una triquiñuela del PRI para hacernos creer que el personaje y su gobierno jamás existieron? Que todo fue una alucinación colectiva.

Pero ya me desvié del tema del gato y los ratones, que son una multitud y pertenecen a todos los partidos políticos. Quisiera saber el porqué de las constantes ausencias, se incrementan conforme avanza el sexenio, del gato, es decir, del Presidente Peña Nieto. Reconozco dotes de vidente en Felipe Calderón, que por algo le compró el super avión. Ya veía venir a un Presidente viajero que aprovecha la menor oportunidad para salir del país. Tal vez en su casa no se halle —me refiero a la prestada, la de Los Pinos, en cuanto a la otra, la Blanca, la de Sierra Gorda 150 ¿qué fue de ella? ¿Se vendió?—. Váyase usted a saber. Lo que sí es un hecho es que no le faltan pretextos al Mandatario mexicano para salir del país: Que si los acuerdos de paz en Colombia, que los funerales de Shimon Peres en Jerusalén. Al parecer a través de los viajes se evade de la realidad mexicana.

Mientras el preciso vuela de un lugar a otro, en el territorio nacional hay quien se da vuelo. Por ejemplo, el pasado fin de semana un helicóptero en el que viajaban el Senador priista Emilio Gamboa Patrón, el empresario Emilio Díaz Castellanos y el Coordinador General de Puertos y Marina Mercante de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), Guillermo Ruiz de Teresa, aterrizó de manera ilegal en Isla de Alacranes, un área natural protegida. El aterrizaje generó ráfagas de viento y pudo haber dañado la fauna, aves y tortugas marinas. Me causó curiosidad el hecho de que los tres viajeros sólo tocaron tierra para enseguida abordar el yate propiedad del empresario. ¿No podían haber arribado a la nave en un puerto adecuado para ello?

Podrán decirme que estos traviesos ratones hubieran hecho de las suyas con o sin la presencia del gato presidencial puesto que uno es empresario, sí, pero sus contratos son con el gobierno; otro es Senador, pero pertenece al Revolucionario Institucional, partido en el que el Presidente manda —cuando está presente—. Al que le puede ir como en feria es a Guillermo Ruiz de Teresa, él, por el cargo que desempeña, debería saber la prohibición de aterrizar en un área protegida. ¿Por qué abordaron el yate en alta mar y qué fue lo planeado durante el viaje?

La travesura más temeraria de las ejecutadas por los ratones tuvo por escenario San Miguel de Allende, Guanajuato, donde, la noche del pasado viernes, Alejandro Peña Pretelini, hijo del Ejecutivo, se vio involucrado en un pleito en el bar “El Grito”.

Un grupo de jóvenes coahuilenses que viajaron a la ciudad guanajuatense para asistir a una boda se encontraban en dicho lugar, donde coincidieron con Peña Pretelini y sus acompañantes. Al parecer tuvieron un altercado de palabras que subió de tono hasta llegar a los golpes. En medio del pleito la seguridad que cuida al joven Peña (¿El Primer Júnior del País?) agredió a los coahuilenses. Dos de ellos fueron lesionados y trasladados de urgencia a un hospital. El júnior salió ileso. Falta ver cómo le va con papi.

También me parece otro atrevimiento de un ratón —tal vez hasta tenga permiso del gato— llamado Miguel Ángel Osorio Chong, quien a través de las redes sociales está difundiendo unas piezas audiovisuales en las que francamente se promueve como posible candidato de su partido para el 2018. Inclusive llegó a sustituir el logotipo de la Secretaría de Gobernación por uno personal. Una de las piezas la remata con la siguiente leyenda: “México somos todas y todos. Es con unidad como lograremos darle a nuestro país el presente y el futuro que merece”. Yo le hubiera agregado: “El futuro está en chino”.