Elecciones 2024
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Si alguien se llevó una decepción con la 4T son los padres de los 43 asesinados en Iguala: durante el gobierno que repudiaban, fueron capturados 129 criminales; pero durante el que veneran, han sido liberados 40. ¡Con esos amigos!

Porque la idea que tenían (o les habían inoculado) era que el Ejército era el culpable. Hasta el a la postre ganador de las elecciones dijo que “El reclamo debe ser a las Fuerzas Armadas, a quienes intervinieron en ese crimen”. Se lo dijo, en Nueva York, a Antonio Tizapa, uno de los padres.

Pero el Ejército es hoy uno de los puntales de la 4T: ayer mismo cercó la Fiscalía de Veracruz a su titular que es ajeno a la 4T; pero a la vez saca el sargazo de las playas del Caribe, construye el aeropuerto civil de Santa Lucía, reparte los libros de texto, iba a construir depas en Santa Fe…

Ayer quedó libre uno de los principales involucrados, El cabo Gil, ya que la Fiscalía General de la República no presentó las pruebas suficientes en su contra por delincuencia organizada, ni por haber ordenado la desaparición de los estudiantes con ayuda del alcalde de Iguala.

Así que, si saben contar, los padres ya no pueden contar con que los culpables aparecerán dentro del Ejército. Aunque era una idea alevosa que ellos se dejaron sembrar en sus corazones, al calor de una muy virulenta campaña electoral.

Los culpables del crimen eran miembros del crimen organizado y la mayoría ya estaba tras las rejas. Sólo que, hoy, ya casi la mitad se encuentra libre. El último apresado por el gobierno anterior, el número 21, fue Juan Miguel “N”, El Pajarraco.

Este sujeto habría participado en el traslado de los normalistas en una camioneta de redilas hacia el basurero de Cocula, Guerrero, donde sus cuerpos fueron incinerados. De los encarcelados, 71 estaban acusados del secuestro de los estudiantes.

Sin embargo, el resto, había presentado recursos legales instigados por los grupos que intentaban meter, con fórceps, al Ejército como culpable del caso. Vamos, hasta un abogado de Morena acusó al Ejército en La Haya por crímenes de lesa humanidad.

Al letrado Netzaí Sandoval, sobrino del exministro Góngora Pimentel (exintegrante del Consejo de Morena) la Corte Penal Internacional aceptó una denuncia por “desapariciones forzadas, torturas y ejecuciones extrajudiciales durante la guerra contra el narco”.

En cambio, la realidad hoy la plantea mejor que nadie el vocero de los padres de los normalistas desaparecidos, Felipe de la Cruz: “Ni nos ha recibido el fiscal del caso, Omar Gómez”. Y, con el Ejército de amigo del gobierno y los narcos liberados, entonces ¿quién será el culpable?

Pues… una tarea para la 4T.