Le recordé lo publicado ayer aquí sobre donaciones para damnificados de Turquía que se entregaron al gobierno de Claudia Sheinbaum y acabaron vendiéndose en mercados públicos
Ayer, a la colonia Colosio de Acapulco llegó un camión militar con 150 despensas: menos de la tercera parte de los 500 damnificados que hacían cola.
La orden presidencial de concentrar las donaciones en las Fuerzas Armadas es un colosal desastre.
Anoche (El asalto… de tv) platiqué con Larry Rubin, presidente junto con el embajador Salazar, de la American Society, que representa a dos millones de estadunidenses radicados en México, a las empresas de ese país establecidas acá y a más de un centenar de organismos no gubernamentales que quieren auxiliar a los damnificados de Otis.
—Estas organizaciones siempre han sido parte importante de las comunidades más vulnerables de México y lo único que quieren es ir y apoyar. Y lo que tenemos prohibido es entregar la ayuda a una entidad gubernamental en cualquier país, porque sabemos que muchas veces acaban en las manos incorrectas y nunca le llega a la población afectada. Esta es nuestra preocupación, tanto con los donativos en especie como en dinero que queremos dar, con el que queremos apoyar a la población de Acapulco. Una vez donamos a un orfanato barras de nutrición para niños y jóvenes y seis meses después, cuando hicimos una auditoría, supimos que esas mismas barras acabaron en una campaña política.
—Pues las donaciones deben entregárselas al Ejército o la Marina…
—Eso es lo que quisiera el gobierno mexicano, pero no operamos así: a nivel mundial lo tenemos que dar directamente al afectado para evitar la corrupción y por elemental ética. Por lo mismo, tampoco confiarse a funcionarios, porque también en México nos ha pasado que acaba en campañas, y eso es lo último que quisiéramos…
Le recordé lo publicado ayer aquí sobre donaciones para damnificados de Turquía que se entregaron al gobierno de Claudia Sheinbaum y acabaron vendiéndose en mercados públicos.
—Entiendo que algunas organizaciones de la American Society se ocupan de restaurar y reactivar escuelas; otras están dirigidas a la infancia y otras a madres embarazadas. ¿También deben acordarlo con las fuerzas armadas?
—Nuestra preocupación no es tomar la titularidad del donativo, sino hacerle llegar a los más vulnerables la ayuda. Son protocolos que ya tenemos establecidos. Por ejemplo, las que se dedican a construir vivienda, ya saben hacerlo, y evidentemente se siguen muchísimos protocolos para evitar corrupción, para evitar que acabe en manos equivocadas y se tomen créditos políticos.
—Creo que si se tienen conocidos o familiares en distintos lugares del país que quieren ayudar a una determinada colonia, a una o varias determinadas familias, tienen todo el derecho de hacer las entregas de manera directa.
—Los donantes en el extranjero también buscan que haya esa rendición de cuentas, ¿no? Que podamos decir ‘esto que nos donas o este efectivo que nos das acabó exactamente con esta persona, con esta población’, y a eso nos dedicamos: a darle esa tranquilidad al donante, particularmente de Estados Unidos, que son muy generosos en este tipo de situaciones…