Elecciones 2024
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Entre las más de 600 canciones compuestas por Juan Gabriel, he seleccionado versos y frases de las más conocidas y de algunas no tan famosas, para hacer un ramillete dedicado a temas y personajes de la vida nacional.

Así tenemos que la no muy conocida canción “Abuso” bien se la puede aplicar el pueblo de México a cualquiera de sus gobiernos: “Tan sólo yo, siempre te doy/ lo que me pides tú/ luego te vas, tardas de más/ y eso es ingratitud”.

A Elba Esther Gordillo cualquiera de sus enemigos le puede dedicar esta copla: “Ay amigos qué tristeza/ se los digo con franqueza/ cuídense de esa mujer”. Una que le va bien al presidente Peña Nieto y su práctica de no hacer cambios en su gabinete sería la que dice: “Por eso aún estoy/ en el lugar de siempre/ en la misma ciudad/ y con la misma gente”. En este mismo contexto cabe que el preciso dedique la melodía “Amor eterno” para Alfredo Castillo Cervantes, su pentatleta de confianza. Son cinco sus especialidades: procurador del Estado de México, procurador del Consumidor, comisionado en Michoacán, director de la Comisión Nacional del Deporte (Conade) y lunamielero en Río de Janeiro.

Se dice que Manlio Fabio Beltrones está un poco separado del PRI o, mejor dicho, de los jerarcas del partido, bien puede hacer suya esta rola: “Podría volver/ pero no vuelvo por orgullo simplemente/ si te juré nunca volver debes creerme/ que cumpliré y mi promesa es no volver/ aunque me digas que no puedes olvidarme/ en este mundo nadie es indispensable/ tú puedes ser feliz sin mí y yo sin ti”.

Una de las personas más cultas que tengo el honor de conocer es Nicolás 
Alvarado Vale, un intelectual honesto que olvidó una premisa de nuestra idiosincrasia: “En México el muerto reciente no tuvo defectos ni cometió errores”. Él a dos días de la muerte del ídolo se atrevió a juzgarlo: “Uno de los letristas más torpes y chambones en la historia de la música popular, todo sintaxis forzada, prosodia torturada y figuras de estilo que oscilan entre el lugar común y el absurdo”. A Nicolás, lúcido, letrado y buena persona, le va bien uno de los últimos éxitos de la deidad de Parácuaro, Michoacán: “Pero qué necesidad, para qué tanto problema”.

Los temas más recurrentes en las canciones de Juanga son el amor-desamor, la soledad y el perdón. La más reciente petición de dispensa que nos hiciera Peña Nieto bien nos la pudo hacer cantada con un tema del difunto ídolo: “Perdona si te hago llorar/ perdona si te hago sufrir/ pero es que no está en mis manos/ pero es que no está en mis manos/ me han regalado, me han regalado/ una morada”. Le hice un pequeño cambio al final de la rola. Además yo también pido disculpas por mentiroso: escribí “una morada” y la casa es blanca.

Al exgobernador de Coahuila, Humberto Moreira, al que tanto le gusta bailar que se llevó al baile a los habitantes de Coahuila, quienes por el simple hecho de nacer y vivir en esa entidad deben, cada uno, 11,633 pesos, por la deuda contraída por el profesor del honor manchado, bien se le puede aplicar una de las rolas más famosas: “Quieres bailar esta noche. Vamos al Noa-Noa, Noa-Noa, Noa-Noa, Noa-Noa, Noa-Noa, noa vamos a bailar”.

El PRI le puede cantar al PAN: “Te pareces tanto a mí que no puedes engañarme”.

Los candidatos independientes en el 2018 pueden usar como jingle esta estrofa de las menos conocidas de nuestro personaje y dedicada a los electores: “Inocente de ti/ cuántos no te habrán mentido/ cuántos no te habrán herido/pero yo no soy así”. Aquí me viene el recuerdo de cuando Juan Gabriel se metió a hacerle publicidad al candidato del PRI, Francisco Labastida Ochoa, con la siguiente tonadilla: “Ni Temo, ni Chente, Francisco para presidente”.

Y ya que me metí al terreno electoral, hay una canción del michoacano criado —en ambos sentidos de la palabra— en Ciudad Juárez, que bien podrían cantar los partidos chicos al IFE a la hora del reparto del dinero para las campañas: “No vale la pena/ lo que tú me entregas/ porque es muy poquito/ eso no me llena, no me es suficiente/ quiero otro tantito”.

El primer hit que Juan Gabriel tuvo en la radio es una canción que puede volver a ponerse de moda ahora cantada por Luis Videgaray: “No tengo dinero ni nada que dar”.

Otra canción que puede entrar al hit parade, como se decía antes, o al top ten, como se dice ahora, es a dueto entre la CNTE y Miguel Ángel Osorio Chong: “No discutamos/ porque después/ de la primera discusión/ hay muchas más/ y no terminamos”.

Si bien Juan Gabriel tenía preferencias homosexuales (“lo que se ve no se juzga, mijo”) nunca fue un militante de la causa. Si hubiera que elegir una letra que lo definiera en este asunto, la encontramos en la canción “Es mi vida”. Aquí va la primera cuarteta con dedicatoria al Cardenal Rivera: “Es mi vida y muy mi vida/ y no tengo que, yo dar explicaciones/ yo tengo mis razones que a nadie/ le interesa saber”.