Elecciones 2024
Elecciones 2024

Una gran dosis de sadomasoquismo y miedo entraña la insensata reunión de los gobernadores con el Presidente de la República.

En su mayoría de oposición, los mandatarios acudieron a Palacio Nacional para firmar el innecesario compromiso de no intervenir en las elecciones, o sea, de no delinquir.

Al mismo tiempo, el abusivo partido de su anfitrión utiliza las vacunas en sus campañas, apropiándose del mérito de los contribuyentes que financiamos sus prerrogativas y su indecente propaganda.

Como si no bastara el juramento que los reunidos hicieron de respetar y hacer respetar la Constitución y las leyes derivadas, firmaron un documento innecesario (pudieron todos evitar el ridículo si la convocatoria hubiera sido del INE), ya que ni el anfitrión ni sus invitados tienen a su cargo la organización, desarrollo y calificación de los comicios.

El texto suscrito, Acuerdo Nacional por la Democracia, sería lógico si lo firmaran sobrevivientes de guerras civiles, revoluciones o dictaduras cuando se trata de encauzar a una nación por caminos de racionalidad.

Si antes no habían acatado la ley, ¿cómo llegaron al poder ejecutivo en 32 entidades y la Presidencia de la República?

“Todas y todos nos comprometimos a garantizar elecciones libres, limpias y respetar la voluntad del pueblo”, escribió el Presidente en sus redes sociales, como si se tratara de una generosa concesión a la sociedad.

Convocó a los cándidos gobernadores a sumarse a su lema político: “Juntos hagamos historia…”.

Menos Enrique Alfaro, de Jalisco, entre los asistentes estuvieron los integrantes de la Alianza Federalista, ninguno de los cuales le merece respeto al Presidente, en especial Javier Corral, de Chihuahua, y Francisco García Cabeza de Vaca, de Tamaulipas. El primero por defender la escasa agua de la presa La Boquilla, y el segundo (por más que se ufanó de llegar “con la frente en alto”) tuvo que toparse con su verdugo, el fiscal general Alejandro Gertz.

¿Qué necesidad tenían de acudir al castigo?