De noche, todos los patos son pardos.  Florestán

Cuando el sábado 7 de junio del año pasado el presidente Enrique Peña Nieto cumplió una visita oficial al Vaticano, se reunió en privado en la biblioteca del palacio Pontificio con el papa Francisco, quien aceptó su invitación para venir a México, e incluso detallaron la forma en que haría el anuncio a los medios.

Y es que, les decía, era sábado, y la oficina de prensa de la santa sede, en la Vía de la Conciliación, solo trabaja de lunes a viernes y ya había dejado hecho el boletín oficial de la visita que no contemplaba el tema del viaje.

Peña Nieto habló a los medios para hacer el anuncio, antes de asistir a la comida que le ofrecía un viejo conocido suyo, il governatore dello Stato della Cittá del Vaticano, Giuseppe Bertello, nuncio en México de diciembre de 2000 a diciembre de 2006, en la presidencia de Vicente Fox, y quien fue decisivo para la quinta visita a México de Juan Pablo II, en julio de 2002.

El silencio del Vaticano sobre el viaje papal llamó la atención al entonces canciller José Antonio Meade, quien habló con el embajador Mariano Palacios Alcocer, quien operó para que el padre Federico Lombardi, vocero de la santa sede, hiciera una llamada para confirmar el anuncio del Presidente.

Pero el papa dejó pasar el tiempo y comenzó a colocar otros viajes hasta que formalizó su visita a Estados Unidos que, se dijo, iniciaría desde la frontera con México, en Ciudad Juárez, para dar peso y símbolo a una de sus prioridades: la migración.

Pero se atravesó su intervención, central, en el histórico deshielo de las relaciones Washington-La Habana y mandó otro mensaje: iría a Estados Unidos vía Cuba, posponiendo la escala mexicana.

A su regreso de Filadelfia, se dio a conocer que el papa haría el viaje a México en 2016, antes de la primavera, y ya se ha echado a caminar toda la organización para que Francisco sea el tercer pontífice en venir, después de los cinco viajes de Juan Pablo II y el de Benedicto XVI, en marzo de 2012.

Y será un acontecimiento como los seis anteriores, marcado, además por la personalidad y discurso del papa Bergoglio y su agenda, centrada en la migración y la libertad religiosa, sí, pero también en la violencia, en los desaparecidos y en la corrupción en lo que centrará sus mensajes.

RETALES

1. PLAZOS. La Comisión de Hacienda, que preside la panista Gina Cruz Blackledge, apura el dictamen de la Ley de Ingresos que el pleno debe aprobar el próximo martes;

2. VACíO. Desde marzo está vacante el espacio que el ex magistrado Alejandro Luna Ramos dejó en al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. ¿De quién es la falta?;

3. CERCANOS. Es cierto, Ricardo Monreal hace campaña para ser el candidato de Morena a jefe de Gobierno del Distrito Federal en 2018, pero la apuesta de López Obrador se llama Claudia Sheinbaum, de todas sus confianzas.

Nos vemos mañana, pero en privado

 

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