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Un adelanto de las memorias de Jared Kushner, el influyente yerno de Donald Trump, ha vuelto a echar vinagre sobre la versión de cómo se “dobló” en la Casa Blanca el negociador mexicano, Marcelo Ebrard.

Fue con la amenaza de subir 25% los aranceles de productos mexicanos y con ello, poner en suspenso el acuerdo comercial de América del Norte que estaba entonces negociándose. Según Kushner, la amenaza de Trump se había hecho antes, durante una cena en la Ciudad de México, a la que Kushner asistió especialmente para transmitir este mensaje: si México no hacía su mayor esfuerzo para contener la migración centroamericana por su territorio, Trump terminaría con las ventajas comerciales de México en Estados Unidos.

Cuando Ebrard llegó a Washington a decir que sí, según Kushner, todavía Trump le jugó una broma pesada.  Al recibirlo en la Oficina Oval, le dijo que acababa de despedir a su asesor de seguridad John Bolton, porque éste había venido a proponerle que invadiera México. La sola mención de esa posibilidad demudó a Ebrard, hasta que las risas del propio Kushner y de Trump le hicieron ver que era una broma.

Algo habrá ayudado la broma a que Ebrard dijera rápido que sí a lo que le pedían, para salir lo antes posible de la oficina. Kushner dice que todo el asunto fue un “truco” de Trump y que lo felicitó porque le había salido bien: con sólo una amenaza creíble, había conseguido de los mexicanos lo que quería. Un ángulo interesante de la anécdota es que en ese momento el acuerdo comercial de Norte América era muy importante para el presidente mexicano.

Veía con claridad que la interrupción del acuerdo podía ser catastrófica y estuvo dispuesto a pagar sin chistar lo que le pedían. En estos días el presidente López Obrador parece estar jugando el truco inverso.

Parece estarle diciendo a Biden que el acuerdo comercial no le importa tanto, que la soberanía va antes que el comercio, que México no puede ser tratado como colonia, etcétera.

La anécdota de Ebrard con Trump y con Kushner revela más bien lo contrario: que el acuerdo le importa mucho al Presidente y que su gobierno ya fue tratado como el de una colonia al menos esa vez.