Queda, pues, claro, que los abrazos y no balazos no han dado el resultado al que se comprometió y entre unos, los abrazos, y los otros, los balazos, está la implementación de una eficaz política pública contra la violencia que ya no sé si le dará tiempo o si aún tenga la voluntad política
No me grabes cuando te estoy grabando ¡Miserable!
Florestán.
Como candidato, Andrés Manuel López Obrador repetía que al llegar a la presidencia terminaría la violencia, lo que ha incumplido.
Entonces hablaba con la ligereza de un opositor en campaña, como si nunca fuera a ganar. Pero la victoria del 2 de julio de 2018 confrontó sus dichos con la realidad, que se impuso como siempre.
Ya como presidente ha sostenido su política contra la inseguridad en una frase, abrazos, no balazos, y no en una estrategia.
Y ha llegado a decir que tiene que proteger a los delincuentes porque también son seres humanos, como si sus víctimas por decenas de miles, no lo fueran, para agregar un ¿Qué quieren? ¡Que los mate!
Y no presidente, no. No se trata de darles abrazos ni balazos, ni de protegerlos ni de matarlos, como plantea en los extremos. Nadie la ha pedido que los mate pero tampoco que los abrace.
Esa no es la opción para una política pública de seguridad que las cifras confirman que no ha funcionado. Al día de ayer sumaban 122 mil 231 homicidios dolosos en lo que va de su gobierno.
Ya superó los 60 mil 200 del sexenio de Vicente Fox, los 120 mil 463 con Felipe Calderón y va en camino, de mantener la tendencia, de rebasar los 156 mil 88 de Enrique Peña Nieto.
Queda, pues, claro, que los abrazos y no balazos no han dado el resultado al que se comprometió y entre unos, los abrazos, y los otros, los balazos, está la implementación de una eficaz política pública contra la violencia que ya no sé si le dará tiempo o si aún tenga la voluntad política.
Pero una frase, por más que se repita, no ha resuelto esta crisis, incontenible.
RETALES
1. HORARIO.- La secretaría de Salud publicó una serie de males que asegura provoca el horario de verano y no sé cómo hemos podido sobrevivir millones de mexicanos en los últimos 26 años, se implementó en 1996. Y todo porque a López Obrador nunca le ha gustado. Ayer dijo son más los daños a la salud que los beneficios económicos y que por eso, adiós al cambio de horario que infructuosamente quiso eliminar en 2001, cuando fue jefe de gobierno;
2. AUDIOS.- Hablar por teléfono nunca ha sido confiable porque en México todos graban: el gobierno federal, el de la Ciudad de México, los de los estados, embajadas, particulares. Si no que se lo pregunten a los que han balconeado o amenazado con un audio. A Alejandro Moreno lo grabaron y el grabó a Manuel Velasco y así. Con esto, la política se degrada y se confirma que lo peor, siempre puede empeorar; y
3. TIEMPOS.- La primera sala de la Corte tenía listado para ayer el desafuero del gobernador panista de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca, pero los ministros se acordaron que el domingo hay elecciones y lo pospusieron una semana. De haber fallado a favor o en contra, hubiera influido en las elecciones de ese estado.
Nos vemos mañana, pero en privado.