Irving, uno de los varados en Madrid, fue golpeado por 8 jóvenes tras no entregarles dinero, pues se le había terminado
Irving, uno de los mexicanos que quedaron varados en Madrid por comprar un boleto sujeto a espacio de Aeroméxico, recibió una golpiza por parte de otros extranjeros, al no entregarles el dinero que pedían.
En entrevista a Milenio, Irving, casado y con un hijo de seis meses, comentó que había viajado a Barcelona para asistir a un curso de un mes de duración, y que consiguió el boleto por parte de un tío que trabaja en Aeroméxico, por lo que no se preocupó pese a conocer el riesgo de ese tipo de boletos.
Sin embargo, al saber que no podría regresar, empezó a usar el dinero que aún tenía en lo que esperaba para poder regresar.
“Pensé que sería cosa de 2 o 3 días y que no había problema. Me sobraron algunos euros y empecé a echar mano de ellos”, dijo.
Por eso, a diferencia de otros varados, decidió alojarse en un hostal de Madrid que cobraba 20 euros la noche y no quedarse en el aeropuerto.
Sin embargo, al cumplir 13 días detenido en España, tuvo que desalojar el hostal al no poder seguir pagando y decidió dormir en una banca en un parque, tras entregarle sus cosas a otros mexicanos que se encontraban en la misma situación.
Fue en esa noche cuando terminó golpeado por otros extranjeros que se encontraban en la calle.
“Me quedé dormido y cuando era la una de la madrugada me despertaron. Eran 8 chavos que hablaban inglés, no eran españoles, me pidieron dinero y les dije que no traía, así que me empezaron a golpear y a patear por todos lados. Vamos, que me pusieron una reverenda chinga”.
Debido a los golpes tuvo que ser enviado al hospital, sin embargo salvo 10 puntadas y atenderle algunos golpes, no presentaba ninguna herida de consideración. Asimismo, pese a todo lo vivido, no se arrepiente de la experiencia.
“No me arrepiento de nada y es muy fácil decirte el motivo: mi familia, es decir, mi esposa y mi hijo. Vine a estudiar y misión cumplida. Si me tardo en volver otra semana no pasa nada. Eso sí, no vuelvo a dormir en la calle”.
Con información de Milenio