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General Cienfuegos exige justicia en Tlatlaya
Salvador Cienfuegos. Foto de Punto Final

En entrevista con El Universal, el general Salvador Cienfuegos Zepeda, secretario de la Defensa Nacional (SEDENA), exigió que la justicia impere en el caso Tlatlaya y que se castigue a los soldados en caso de que sean hallados culpables.

El general comentó que la presencia de entre 35 y 45 mil soldados en todo el país para hacer frente al crimen organizado seguirá durante, al menos, todo el sexenio, ya que dice no ver “esfuerzos decididos en la gran mayoría de los estados” para fortalecer a sus policías. “A nosotros nos urge que esto se dé para que sean ellos los que asuman la tarea que legalmente les corresponda”.

Cienfuegos Zepeda señala que hay al menos media docena de riesgos a la seguridad nacional en estos momentos: desastres naturales, delincuencia organizada, ciberataques, terrorismo, tráfico de personas, y la corrupción.

General Cienfuegos exige justicia en Tlatlaya - cienfuegos
El general Salvador Cienfuegos habló sobre el caso Tlatlaya. Foto de El Universal.

“Sí, es un riesgo a la seguridad nacional la corrupción y se puede convertir en un amenaza si no se pone la atención debida para que esta sea contenida, y sí, queremos la sociedad tener un gobierno legal, legítimo y que combata a la corrupción, pero esto debe ser atendido en parte por la sociedad y en parte por los gobiernos”.

El general asegura que el caso Tlatlaya, en el que hay ocho soldados acusados de haber asesinado a 22 personas, ha sido “muy costoso” para el Ejército. Sin embargo, pide no hacer juicios anticipados.

“Yo creo que tenemos que esperar todos el veredicto del juez, nada más. Y si los soldados se equivocaron pues serán castigados. Pero si no se equivocaron habrá que reconocer su inocencia. Esa es mi forma de pensar”, sostiene.

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El general Cienfuegos pide esperar al veredicto final del juez.

Por último, y acerca de derechos humanos, el general reflexiona que “somos, según el decir de muchos, una de las instituciones que más violan los derechos humanos, pero en todas las encuestas somos la institución más confiable. Una incongruencia en la que alguien debería decirnos dónde está el problema. No podemos ser violadores de derechos humanos y al mismo tiempo los más confiables”.

Con información de El Universal.