El Mayo y Dámaso López Núñez, El Licenciado, habrían contactado con personal del Altiplano para que no se detectara el plan de escape.
Por ahora, la principal línea de investigación de la PGR sobre la fuga de Joaquín El Chapo Guzmán señala a Ismael El Mayo Zambada como la persona que ordenó y coordinó la operación, y a Dámaso López Núñez, El Licenciado, ex jefe de seguridad del penal de Puente Grande, como uno de los operadores.
Esta información del Gabinete de Seguridad Nacional confirmaría que el Cártel de Sinaloa no se desmoronó con la detención de Joaquín Guzmán Loera en febrero de 2014, y que el control de la organización quedó en manos de El Mayo Zambada.
Al parecer este narcotraficante logró operar la organización criminal sin fracturas y con una logística y operatividad perfectas. Así fue como logró contactar con el personal de custodia y videovigilancia del Altiplano, para que estos no detectaran los planes de fuga de El Chapo.
Luego de Guzmán Loera, El Mayo es uno de los delincuentes más buscados por el Gobierno Federal, y se ofrecen 30 millones de pesos por cualquier información veraz que lleve a su detención.
Por su parte, El Licenciado se convirtió en 1999 en jefe de Seguridad del CEFERESO número 2, en Puente Grande Jalisco, que ahora se llama Occidente. Ahí, presuntamente habría ayudado a Guzmán Loera a fugarse en el año 2001.
Dámaso López renunció a su cargo apenas dos meses antes de la primera fuga del delincuente, y versiones extraoficiales señalan que ya estaba todo acordado entre ambos. A partir de entonces, El Licenciado entró formalmente a la estructura de Cártel de Sinaloa y ahora es considerado uno de sus principales cabecillas.
Con información de La Jornada.