
El papa exhortó a los jóvenes a “contagiar la amistad de Jesús por el mundo” a donde quiera que vayan e incluso por las redes sociales
La visita que realizó el papa Francisco a Paraguay llegó a su fin el domingo. Pero antes, se despidió de los cerca de 200 mil jóvenes que se reunieron para saludarlo en Asunción de Paraguay, invitándolos a “pedir cada día a Dios un corazón libre. Queremos jóvenes libres, con esperanza y con fortaleza”.
De igual forma, los llamó a repetir algunos ideales como corazón libre, solidaridad, esfuerzo, generosidad, y “conocer a Jesús”.
En el mensaje que les dedicó, Francisco afirmó que “la felicidad verdadera, está en ser sensibles, en aprender a llorar con los que lloran, en estar cerca de los que están tristes, en poner el hombro, en dar un abrazo. Quien no sabe llorar, no sabe reír y, por lo tanto, no sabe vivir”.
Les recordó que “en la Biblia, al demonio se le llama el padre de la mentira. Te hacía creer que haciendo determinadas cosas serías feliz. Y después te dabas cuenta que no eras para nada feliz. Que estuviste atrás de algo que lejos de darte la felicidad, te hizo sentir más vacío, más triste. (El demonio) es un gran ‘vende humo’ porque todo lo que nos propone es fruto de la división, del compararnos con los demás, de pisarle la cabeza a los otros para conseguir nuestras cosas”.

Aseguró que, por el contrario, “Jesús no nos miente. Porque sabe que la felicidad, la verdadera, la que deja lleno el corazón, no está en las ‘pilchas’ (ropa) que llevamos, en los zapatos que nos ponemos, en la etiqueta de determinada marca. Jesús sabe que en este mundo de tanta competencia, envidia y tanta agresividad, la verdadera felicidad pasa por aprender a ser pacientes, a respetar a los demás, a no condenar ni juzgar a nadie”.
Exhortó a los jóvenes a “contagiar la amistad de Jesús por el mundo” a donde quiera que vayan, e incluso por “WhatsApp, en Facebook o Twitter”.
Finalizó resaltando la amistad, “errores tenemos todos, equivocaciones, miles. Por eso, felices aquellos que son capaces de ayudar a otros en su error, en sus equivocaciones. Que son verdaderos amigos y no dejan tirado a nadie”.
Con información de ABC.