El actual intento de golpe de Estado se produce en el contexto del ascenso del terrorismo en Níger que afecta a 5 de las 8 regiones del país
La tentativa del golpe de Estado orquestada este miércoles contra el presidente de Níger, Mohamed Bazoum, se produce en medio de una grave crisis de seguridad en el país debido al ascenso de los grupos yihadistas en el Sahel, que se encuentran a pocas decenas de kilómetros de la capital Niamey.
Los golpistas, que pertenecen a la Guardia Presidencial, tomaron el control del Palacio Presidencial en Niamey y retuvieron adentro al presidente Bazoum, mientras que fuerzas del Ejército rodean la zona, en lo que podrían ser preparativos para entrar en la sede presidencial.
El actual intento de golpe de Estado se produce en el contexto del ascenso del terrorismo en Níger que afecta a cinco de las ocho regiones del país, especialmente a las fronterizas con Mali y Burkina Faso, donde operan grupos afiliados a Al Qaeda y al Estado Islámico (EI).
Decenas de miles de desplazados
Los grupos yihadistas multiplican sus atentados contra civiles y militares, causando cientos de muertos, heridos y desplazados. Solo en las últimas semanas, más de 10 mil personas han huido de sus hogares en la región de Ouro-Gueladio, a 65 kilómetros de la capital, por la presión yihadista.
Las regiones de Tillabéri (suroeste), Diffa (extremo sureste) y Tahoua (al este de Niamey) son las más afectadas por los ataques terroristas en los últimos años, aunque los grupos terroristas operan en otras regiones, incluso localidades en la proximidad de la capital.
El experto maliense Mohamed ag Ismail explicó a EFE que la inestabilidad de Níger tendrá un impacto nefasto sobre la estabilidad de toda la región, aunque destacó que todavía es prematuro saber el futuro de las evoluciones en Niamey.
Los países occidentales, sobre todo Francia, para contrarrestar esa propagación del terrorismo en la región perdieron dos aliados importantes después de los golpes de Estado en Malí (2020) y Burkina Faso (2022), que trajeron al poder a militares anti Occidente.
Sin embargo, Níger mantuvo sus relaciones con Francia en el momento en el que Mali y Burkina Faso, sacudidos también por el terrorismo, se acercaron a Rusia.
Aliado de Occidente
En abril de 2022, el Parlamento nigerino aprobó el despliegue en su territorio de la fuerza francesa Barkhane y la europea Takuba, que operaban en Mali contra el terrorismo y que se han reubicado parcialmente tras la ruptura entre París y Bamako.
El Gobierno francés ha redefinido su cooperación antiterrorista con Níger durante una visita de sus ministros de Asuntos Exteriores y Defensa en julio del año pasado, en la que se acordó el establecimiento de una base conjunta en Niamey para coordinar las operaciones militares en el Sahel.
El vacío de seguridad se agravó más en el Sahel después de que el Consejo de Seguridad de la ONU aprobara por unanimidad, el pasado 30 de junio, el fin de la misión de paz en Mali (Minusma, establecida en 2013 y formada por 13 mil soldados y 4 mil agentes civiles), a petición expresa de la junta militar maliense.
Además de un país clave en materia de seguridad, Níger es también una importante fuente de uranio para Europa, y principalmente Francia, por lo que según Ag Ismail es imposible que el país galo acepte la desestabilización de este país africano.
El actual intento de golpe de Estado es la segunda intentona que sufre el país africano después de que el 31 de marzo de 2021 las autoridades nigerinas abortaran otro contra Bazoum dos días antes de su investidura, que se limitó a tiroteos cerca del Palacio Presidencial.
Níger es uno de los países más pobres del mundo y sufre además los efectos del cambio climático y la crisis alimentaria que afecta a millones de personas.
Con información de EFE