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Las redes sociales como farmacia en Venezuela

Alexander Guerra lucha desde hace más de un año contra el Linfoma de Hodking, un agresivo tipo de cáncer cuyas medicinas ya no se consiguen en Venezuela, el país sudamericano que enfrenta una escasez de medicamentos de un 80 por ciento, de acuerdo con cifras de la Federación Farmacéutica de Venezuela, debido a la falta de materia prima y la deuda que tiene el gobierno con el sector, mismo que está calculado en unos cuatro mil millones de dólares.

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Foto de Reuters.

“Necesito ayuda para un trasplante de médula ósea. Mi doctor dice que es en Italia. ¿Cómo hago para que me ayuden? Mi familia es de pocos recursos”, dice otro tuit del chico que pasa sus días pegado a su tablet esperando alguna respuesta esperanzadora en las redes sociales o jugando al popular juego de Candy Crush.

La madre de Alexander señaló al medio CNN que “Él es un niño muy bueno, muy atento a todo lo que pasa”, desde la habitación de un pequeño y humilde hotel en Caracas que comparte con su hijo mientras aguarda por el tratamiento.

“Somos de Maracay (ciudad ubicada 109 km al sudoeste de la capital venezolana). A mi hijo primero le dio Chikingunya, luego comenzó con una debilidad extrema, muy agotado, tuvo que dejar el equipo de béisbol en donde era líder robador de bases. Tenían que hacerle más exámenes y como pudimos los pagamos. Algo no estaba bien”, recuerda Yoleyda Valero, madre del niño y abogada de profesión que tuvo que abandonar su trabajo y vender los pocos bienes que tenía para trasladarse a Caracas.

“Acá esperamos y finalmente fue aceptado en el Hospital Militar”, dice la madre.

Conseguir los medicamentos es un suplicio para la familia. “Nos han tratado muy bien y los médicos hacen lo imposible, pero lamentablemente los medicamentos ya no los hay”, cuenta, quien dijo que el año pasado aún se conseguían en las Farmacias de Alto Costo, establecimientos destinados por el gobierno nacional a suplir a la población de medicinas costosas para enfermedades como el cáncer.

“En diciembre Alex estuvo muy mal, no conseguíamos las ampollas para su tratamiento. Gracias a Twitter conseguimos sólo tres de las 4 que necesitábamos. No tuvo la ‘quimio’ completa, pero al menos conseguimos algo”, dice Valero. “La gente nos escribe mensajes muy lindos, nos sentimos acompañados en medio de esta tragedia que vivimos”, agrega.

Twitter somos todos…

De acuerdo a la empresa venezolana Tendencias Digitales, especializada en el mercado de internet en América Latina, Venezuela es, junto a Chile, uno de los primeros países en presencia y actividad en las redes sociales, aunque no es líder en penetración de internet en la región.

“Las redes sociales constituyen una hoja en blanco y, en medio de la emergencia [sanitaria], la gente las utiliza para gritar su impotencia ante la grave crisis que atraviesa el país”, dice a CNN, Luis Carlos Díaz, especialista en redes sociales.

“Ya cruzamos la línea amarilla hace tiempo y la gente busca ayuda como sea, pero hay una realidad y es que en noviembre y diciembre del año pasado aún podías conseguir medicinas, pero ya hoy día no se consiguen como antes, entonces las redes se han convertido en una especie de acompañamiento colectivo para no sentirte solo en medio de tu problema”, asegura.

Solidaridad con medicinas de personas muertas

“Las redes sociales han salvado la vida de mi hija en varias oportunidades. Doy gracias a Dios por tener esa vía”, indicó Britzaida Gascón desde una habitación del Hospital Militar de Caracas.

Gascón, junto a su esposo y su hija, se trasladaron desde el estado de Bolívar (a 580 kilómetros de Caracas) hasta la capital y luego de cuatro días buscando cupo en instituciones públicas lograron internarla.

Con parálisis de la cintura hacia abajo desde los 3 años, producto de un tumor cancerígeno, ‘Kami’ ya tiene casi 5 y juega postrada en la cama a ser doctora y opera a sus muñecas.

“Por redes sociales siempre que hemos montado campañas buscando medicamentos la gente nos ha llamado y nos dicen: ‘Mi familiar murió pero tengo acá medicina que sobró y te las puedo hacer llegar’. Eso ha salvado a Kamila en un par de oportunidades para completar sus ciclos de quimioterapia”, asegura esta madre.

“Las redes sociales y las fundaciones y organizaciones hemos venido a sustituir de alguna manera el rol del Estado, que es garantizar medicamentos y tratamientos a los enfermos”, comenta Diana Zambrano, de la Fundación Somos Vida, organización sin fines de lucro que presta ayuda a 50 niños en Caracas que padecen cáncer y que se ha apalancado en el uso del internet.

“El cáncer no espera, el cáncer no sabe de crisis, ni de partidos ni escasez. Debemos hacer algo y hacerlo ya porque se está acelerando la muerte de estos pacientes por falta de insumos”, acota Zambrano.

A diferencia de Guerra, los padres de Kamila Barceló son empleados de la estatal eléctrica Corpoelec, empresa que les ha facilitado el alojamiento y permiso remunerado para poder hacer frente a la situación.

Declaratoria fallida de emergencia

El pasado 26 de enero, la Asamblea Nacional de Venezuela, actualmente con mayoría opositora, declaró emergencia sanitaria en Venezuela ante la escasez de medicinas y tratamientos. No obstante, José Manuel Olivares, diputado de la Mesa de la Unidad Democrática y también médico oncólogo, afirma que no se ha logrado mucho.

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José Manuel Olivares. Foto de Globovisión.

“Tenemos oferta de envíos de medicinas de la Organización Mundial de la Salud, el senado brasileño y la comunidad europea, pero hay un problema y es que el Gobierno debe solicitar formalmente la ayuda y no lo ha hecho, no lo quiere hacer”, dice Olivares.

El Gobierno venezolano no da cifras oficiales sobre afectados de cáncer desde el año 2012.

Con información de CNN