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Descubren nuevo caso de corrupción del presidente de Brasil
Michel Temer. Foto de archivo

El presidente de Brasil, Michel Temer, avaló que un influyente empresario comprara el silencio del expresidente del Congreso, Eduardo Cunha, para evitar que revelara una trama corrupta, denunció hoy el diario O´Globo.

Joesley Batista, dueño de la empresa JBS, la mayor productora de carne del mundo, grabó a Temer en su residencia oficial diciéndole en marzo pasado que debía seguir pagando a Cunha, encarcelado y condenado a 15 años a raíz de la operación Lava Jato, para que no revelase detalles de la trama.

Cunha fue el hombre clave en el juicio político que terminó con la destitución de la expresidenta Dilma Rousseff y fue condenado por corrupción en el marco de la citada operación anticorrupción.

“Tiene que mantener eso, ¿ok?”, habría respondido el jefe del Estado, según una grabación que Batista entregó a la Fiscalía y a la Justicia brasileña, según la versión de O’Globo.

El empresario también entregó una grabación en la que Temer indica a uno de sus colaboradores, el diputado Rodrigo Rocha Loures, que negocie el soborno a pagar a cambio de que el gobierno ayudara a JBS en un contencioso con la estatal Petrobras sobre el precio del suministro de gas.

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Foto de internet

El diputado Rocha habría recibido, a cambio de intermediar para la compañía de Batista, un primer pago de 500 mil reales (156 mil dólares) como parte de un soborno que debía totalizar, en un plazo de 20 años, 150 millones de dólares, según O’Globo, que tuvo acceso a informaciones judiciales.

Otro de los políticos delatados por el dueño de JBS –que tiene varias empresas en Estados Unidos y exporta carne a un centenar de países- es el senador Aécio Neves, líder de la oposición a Rousseff tras las elecciones de 2014, quien fue acusado de recibir dos millones de reales (660 mil dólares).

Poco después de que la noticia trascendiera, las actividades del Senado y del Congreso brasileño fueron paralizadas, a consecuencia de la salida precipitada de decenas de parlamentares ante las revelaciones de un escándalo que, si se confirma, podría tener consecuencias políticas de gran calado en el país.

Brasil vive una crisis política desde inicios de 2015, como consecuencia de la Operación Lava Jato, que reveló la compra de políticos, partidos y funcionarios de alto nivel por medio de desvíos desde la estatal petrolera Petrobras.

Temer niega acusaciones

El presidente Temer refutó este miércoles un reporte noticioso de que apoyó la idea de sobornar a un diputado encarcelado para comprar su silencio.

La acusación hecha en un reporte de Globo News representa un golpe potencialmente significativo para Temer, cuyo gobierno ha pasado de una crisis a otra desde que asumió el poder hace poco más de un año.

En un comunicado, la oficina de la presidencia dijo que Temer nunca solicitó pagos para mantener callado al ex presidente de la Cámara de Diputados Eduardo Cunha.

Cunha fue el principal impulsor del juicio político que derivó en la destitución de Dilma Rousseff y que puso a Temer en la presidencia. Posteriormente Cunha fue sentenciado a 15 años de prisión por corrupción.

El reporte de Globo dice que Temer fue grabado en marzo avalando el pago de sobornos a Cunha. Globo no difundió la grabación.

 Mantener a Temer después de este escándalo es imposible: Zovatto 

Es una verdadera bomba en un momento muy crítico ya que las reformas impulsadas por Temer (techo al gasto fiscal, flexibilización laboral y reforma al régimen de Pensiones) estarían aparentemente dando resultado rompiendo la tendencia recesiva de los dos últimos años (-3.7 en 2015 y -3.5 en 2016) con un crecimiento proyectado de +0.5 para este año.

A esta bomba hay que sumarle el juicio en contra el binomio Dilma/Temer por financiamiento ilegal de la última campaña que está tramitándose actualmente ante el TSE y que de confirmarse podrían llevar a la nulidad de esa elección.

La situación es gravísima además por el bajo nivel de apoyo popular que tiene Temer de solo 9%, porcentaje que podría disminuir aún más por este nuevo escándalo.

No veo claro el panorama de salida pues sacar a Temer ahora paralizaría el leve repunte económico y debería haber un presidente interino designado por el Congreso. Mantenerlo si este escándalo se comprueba sería imposible.

Adelantar las elecciones sin tener a Lula fuera de juego (para ficha limpia debe estar condenado en 2 instancia) sería arriesgar a que Lula pueda volver a la presidencia

Redacción