El portavoz del Departamento de Estado de EE.UU. recalcó que el ataque de Hamás contra Israel del 7 de octubre fue algo “intolerable”
Estados Unidos dijo este lunes que se opone a un alto el fuego de los bombardeos de Israel en la Franja de Gaza porque considera que eso permitiría a los islamistas de Hamás recomponer sus fuerzas y prepararse para nuevos ataques.
Así lo dijo en una rueda de prensa el portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., Matthew Miller, el mismo día en que los ministros de Exteriores de la Unión Europea (UE) se inclinaron por una “pausa humanitaria” en Gaza para la entrada de ayuda.
“Ya sea que le llamemos pausa o le llamemos alto el fuego, hay que pensar en lo que eso supondría (…). Cualquier alto el fuego daría a Hamás la capacidad de descansar, recomponerse y prepararse para seguir lanzando ataques terroristas contra Israel”, afirmó Miller.
El portavoz recalcó que el ataque de Hamás contra Israel del 7 de octubre fue algo “intolerable” al igual que lo sería “para cualquier país que sufriera un brutal atentado terrorista de esas características”.
Miller reivindicó que Israel tiene “el derecho y la obligación” de responder al ataque de Hamás, y afirmó que Estados Unidos está centrado en facilitar que siga llegando ayuda humanitaria para la población civil de Gaza a través del paso de Rafah con Egipto.
El funcionario aseguró que el Ejército israelí “avisa a los civiles cuando planea llevar a cabo un bombardeo a un edificio residencial” y acusó de nuevo a la milicia palestina de usar a los ciudadanos de Gaza como “escudos humanos”.
“Cada vez que muere un civil, nosotros lo lamentamos, ya sea palestino o israelí”, aseguró.
Los ataques aéreos israelíes sobre Gaza se han saldado con más de 5 mil muertos, según las autoridades palestinas, el 40 por ciento de ellos niños y un 22 por ciento mujeres o ancianos, mientras que otras 15 mil 200 personas han resultado heridas.
Israel ha respondido así al ataque por sorpresa del brazo armado de Hamás en territorio israelí del pasado 7 de octubre que dejó más de mil 400 muertos y 222 secuestrados.
Con información de EFE