Sin embargo, las autoridades de Tailandia estiman que al menos diez personas tuvieron que haber participado en el ataque
El Gobierno tailandés aseguró hoy que es “poco probable” que el atentado registrado el lunes pasado en un templo en Bangkok haya sido el trabajo de un grupo terrorista internacional.
El portavoz de la Junta Militar, coronel Winthai Suvaree, indicó que entre las conclusiones preliminares de los investigadores destaca el hecho de que no hay indicios de que un grupo terrorista sea el responsable del ataque al santuario.
“Las agencias de seguridad cooperaron con agencias de los países aliados y han llegado a la conclusión preliminar de que es poco probable que el incidente esté vinculado con el terrorismo internacional”, sostuvo Winthai.
El vocero de la junta gobernante aclaró que los turistas chinos no eran “el objetivo directo” del ataque con explosivos registrado en el santuario de Erawan, que dejó un saldo de 20 personas muertas y decenas de heridas.
Las víctimas mortales son seis tailandeses, cuatro malasios, tres chinos, dos ciudadanos de Hong Kong, un indonesio, un singapurés y una británica, además de dos cadáveres sin identificar.
Por su parte, el jefe de la policía de Tailandia, Somyot Poompanmuang, cifró en al menos diez el número de implicados en el atentado, perpetrado en el templo hindú de Erawan.
“Es una gran red. Hubo preparativos en los que estuvo implicada mucha gente (…) Esto incluye la gente que vigiló en las calles, los que prepararon la bomba, los que estaban en el lugar (…) y los que conocían la ruta de escape. Hubo al menos diez personas implicadas”, señaló.
Tailandia ha solicitado la ayuda de INTERPOL para localizar al principal sospechoso del atentado, que fue grabado por las cámaras de vigilancia.
El rey tailandés Bhumibol Adulyadej y la reina Sirikit se han comprometido a dar a las familias de los fallecidos 90 mil baht (dos mil 530 dólares) y ayudar a los heridos con sus gastos médicos si es necesario.
Redacción.