Biden ordenó en septiembre a todos los empleados y contratistas federales que se vacunaran para controlar la pandemia en plena ola de la variante delta
Una corte de apelaciones de Estados Unidos desbloqueó la imposición de vacunarse contra el COVID-19 para todos los empleados y contratistas del Gobierno federal, que había quedado paralizada a nivel nacional desde enero por decisión de un juez de Texas.
Un panel de tres magistrados de la corte de apelaciones del Quinto Circuito consideró que el juez de distrito de Texas no tenía jurisdicción sobre el mandato del presidente Joe Biden, que obligaba a los trabajadores federales a estar protegidos del coronavirus con fecha límite el 22 de noviembre.
Biden ordenó el pasado septiembre a todos los empleados y contratistas federales, unos 3.5 millones de personas, que se vacunaran -salvo excepciones médicas o religiosas- para controlar la pandemia en plena ola de la variante delta, pero la medida fue retada en diciembre.
Según medios locales, la organización Feds for Medical Freedom, que agrupa a miles de empleados federales contrarios a las vacunas, llevó la orden a los tribunales argumentando que Biden se había excedido en su poder y el juez tejano Jeffrey Brown estuvo de acuerdo, lo que resultó en su bloqueo.
Brown, nombrado en su día por el expresidente Donald Trump (2017-2021), cuestionó en su decisión si el presidente podía, “sin la aportación del Congreso, requerir a millones de empleados federales someterse a un procedimiento médico como condición para su trabajo”.
Los abogados del Gobierno, por su parte, dijeron a la corte de apelaciones que el bloqueo de la orden perjudicaba al interés público y que los empleados intentaban “evitar” el proceso debido mediante de la Ley de Reforma del Servicio Civil, a lo que dio la razón el panel de jueces.
La Casa Blanca divulgó a finales de enero que un 98 por ciento de los empleados federales ya estaban inmunizados.
Con información de EFE