Habitantes del este de China padecen los estragos de lluvias torrenciales, que han provocado al menos dos muertes
Al menos dos personas murieron y cinco se encuentran desaparecidas tras las torrenciales lluvias que azotaron la ciudad de Huangshan, en la provincia oriental china de Anhui, entre la noche del miércoles y la mañana del jueves, informó la agencia estatal Xinhua.
Las precipitaciones extremas provocaron inundaciones y deslizamientos de tierra en la región, afectando a más de 200 residentes que requirieron rescate de emergencia. Las autoridades locales informaron que más de 2 mil 100 personas han sido reubicadas en zonas seguras.
Por su parte, la ciudad de Guilin, conocida por sus paisajes turísticos y ubicada en la provincia central de Guangxi, enfrenta la mayor crecida del río Lijiang desde 1998. Las lluvias intensas y la descarga de agua de embalses han elevado el nivel del río a 148,55 metros, superando el nivel crítico de 1998, según datos de la cadena estatal CCTV.
La respuesta de emergencia se ha elevado al nivel más alto, y se han evacuado turistas y residentes de las áreas afectadas utilizando balsas. La estación de tren de la ciudad ha suspendido varios trayectos y reducido la velocidad de los ferrocarriles que pasan por ciertas áreas.
En la provincia de Jiangxi (centro), las lluvias intensas desde el 11 de junio han elevado significativamente el nivel del río Ganjiang, afectando a más de 670 mil personas.
Las tormentas han provocado deslizamientos de tierra, inundaciones de cultivos y casas anegadas, así como la interrupción del suministro eléctrico y daños en carreteras.
Las pérdidas económicas directas, según las autoridades, ascienden a 660 millones de yuanes (91 millones de dólares).
A su vez, el nivel del agua en el río y en el lago Poyang superó los niveles de peligro, obligando a la emisión este jueves de una alerta azul, la más baja en un sistema de cuatro colores que pasan por el amarillo y naranja hasta llegar a la roja, la más elevada.
En la provincia de Fujian (sureste), las fuertes lluvias causaron desastres geológicos en Shanghang, Longyan, con inundaciones y deslizamientos de tierra que han afectado gravemente a varias aldeas. La población de Xikou ha sido una de las más perjudicadas, con ocho puentes destruidos y 15 aldeas naturales incomunicadas desde el miércoles.
Con la influencia de fenómenos como El Niño, se prevé que China experimente tanto inundaciones como sequías entre junio y agosto de este año, periodo en el que los principales ríos del país sufrirán diversos grados de inundación, informó recientemente el Ministerio de Recursos Hídricos de China.
En los últimos veranos, los eventos climáticos extremos han causado estragos en el gigante asiático: los meses estivales de 2023 estuvieron marcados por inundaciones en Beijing que dejaron más de 30 muertos, mientras que, en 2022, diversas olas de calor extremo y sequías azotaron el centro y el este del país.
En julio de 2021, precipitaciones de una intensidad inédita en décadas dejaron casi 400 muertos en la provincia central de Henan, que el Ejecutivo chino achacó a una “falta de preparación y de percepción de riesgo” por parte de las autoridades locales.
Con información de EFE