Ling Jihua, antiguo secretario personal del ex presidente chino Hu Jintao, fue hoy sentenciado a cadena perpetua tras confesarse culpable de corrupción, abuso de poder y obtención ilegal de secretos de Estado. Según el Tribunal Popular Intermedio de Tianjin, a unos 200 kilómetros al sureste de Beijing, Ling aceptó sobornos por valor de más de … Continued
Ling Jihua, antiguo secretario personal del ex presidente chino Hu Jintao, fue hoy sentenciado a cadena perpetua tras confesarse culpable de corrupción, abuso de poder y obtención ilegal de secretos de Estado.
Según el Tribunal Popular Intermedio de Tianjin, a unos 200 kilómetros al sureste de Beijing, Ling aceptó sobornos por valor de más de 11 millones de dólares, bien personalmente o a través de miembros de su familia.
Por abusar de su poder y obtener ilegalmente secretos de Estado, el tribunal le ha condenado además a cuatro y cinco años de prisión, respectivamente.
“Acepto todas las acusaciones y me someto a la sentencia”. “Doy las gracias sinceras al tribunal, a la fiscalía y a mis dos abogados”, dijo Ling en su declaración final, en la que admitió su culpabilidad y rechazó apelar el fallo, según la agencia china de noticias Xinhua.
El tribunal dictaminó que Ling abusó de su poder, aceptó una gran cantidad de sobornos y cometió el grave crimen de obtener ilegalmente un gran número de secretos de Estado.
Durante el juicio celebrado el pasado 7 de junio, la corte citó como testigos a Lou Zhongfu y Cui Xiaoyu, quienes confesaron haber pedido ayuda a Ling para buscar beneficios, sobornándolo a él y a su esposa, Gu Liping.
Ling, quien entre 2007 y 2012 fue director de la Oficina General del Partido Comunista de China (PCCh), no conoció su condena hasta hoy, pero su ostracismo político se remonta a 2012, cuando su hijo se mató al estrellarse en un lujoso Ferrari, desatando un sórdido escándalo.
En el momento del accidente, el joven Ling Gu viajaba en compañía de dos mujeres que resultaron gravemente heridas, lo que suscitó muchas críticas sobre el comportamiento de los líderes comunistas y sus familias.
El asistente personal de Hu Jintao comenzó a ser investigado por presunta corrupción en diciembre de 2014 y se le expulsó del PCCh siete meses después, lo que abrió la puerta a su procesamiento judicial.
Su juicio era uno de los más esperados en el marco de la campaña contra “tigres y moscas” (en alusión a cargos altos y bajos) lanzada por el presidente chino, Xi Jinping, cuando sucedió a Hu Jintao en 2013.
Este fin de semana, Xi volvió a reiterar su promesa de atajar la corrupción durante su discurso en el 95 aniversario de la fundación del Partido Comunista, “el mayor peligro” que amenaza a esta formación de 88 millones de personas.
Redacción