Jair Bolsonaro dijo que ha habido una larga tradición en Brasil de elegir presidentes que por alguna razón eran enemigos de Estados Unidos
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, puso el miércoles manos a la obra para implementar su programa conservador y de realineamiento con el de Estados Unidos de Donald Trump, en una alianza de dos de los principales exponentes de la ola nacional-populista mundial.
“Ha habido una larga tradición en Brasil de elegir presidentes que por alguna razón eran enemigos” de Estados Unidos, dijo Bolsonaro a periodistas estadounidenses tras reunirse con el secretario de estado Mike Pompeo.
“Ahora es todo lo contrario, somos amigos”, celebró.
Previamente, el nuevo canciller, Ernesto Araújo, explicó tras reunirse con Pompeo, que las dos mayores economías del hemisferio trabajan “por un orden internacional diferente”.
Explicó que Brasil “se está realineando consigo mismo, con sus propios ideales”, rompiendo con décadas de búsqueda de equidistancia de las grandes potencias y de refuerzo de las relaciones Sur-Sur.
En el plano interno, el nuevo gobierno decidió entregar la demarcación de las tierras indígenas al Ministerio de Agricultura, representante de los intereses del pujante sector del agronegocio, uno de los principales aliados del presidente de ultraderecha.
El cambio, que deja sin la atribución a la FUNAI (Fundación Nacional del Indio), desató las críticas de los opositores del exmilitar -conocido por sus enfrentamientos con el sector ambientalista o de trabajadores sin tierra- y era uno de los asuntos más comentados en el Twitter brasileño.
“Teníamos en nuestro plan de gobierno colocar dentro de la cartera de Agricultura todo lo que, de una u otra manera, gira en torno al agronegocio, que es el gran punto de sustento de la economía brasileña”, afirmó el ministro jefe de la Casa Civil (jefe de Gobierno), Onyx Lorenzoni.
Con información de AFP