México colaboró, a través de la UNAM, con el Gran Telescopio Milimétrico para lograr la primera imagen real del agujero negro en el centro de la Vía Láctea
La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) colaboró con científicos de varias partes del mundo para lograr la primera imagen real del agujero negro supermasivo que se encuentra al centro de la Vía Láctea.
Este jueves se dio a conocer la primera instantánea de Sagitario A*, ubicado a 25 mil años luz de la Tierra.
Para captar el agujero negro supermasivo en el centro de la galaxia se utilizaron ocho radiotelescopios instalados en varias partes del mundo, que actuaron como un solo equipo gigante.
México colaboró con el Gran Telescopio Milimétrico (GTM) ‘Alfonso Serrano’, que se encuentra en el volcán Sierra Negra de Puebla.
Laurent Raymond Loinard, investigador del Instituto de Radioastronomía y Astrofísica (IRyA) de la UNAM, detalló que la imagen de Sagitario A* ofrece nuevos datos científicos.
Ejemplo de ello es que junto a la imagen del fotografiado en 2019, el M87, soporta la Teoría de la Relatividad de Einstein, que indica que las características observacionales de estos objetos no cambian, excepto por su tamaño, conforme va modificándose su masa, y se ven iguales, aunque tengan masas muy diferentes.
Con esto podemos descartar diversas alternativas a la Relatividad General, la teoría que tenemos para describir la gravitación o cómo es que los objetos masivos se comportan”, señaló.
Sobre la técnica utilizada con los ocho radiotelescopios, Raymond Loinard explicó que se llama interferometría de muy larga base (VLBI).
Esta consiste en la observación de un objeto celeste simultáneamente con un conjunto de radiotelescopios, que pueden estar situados en lugares muy distantes entre sí.
La radiación de ese objeto es recibida en instantes ligeramente diferentes en cada telescopio, según su posición sobre la Tierra.
La creación de un patrón de interferencia permite a esta red de telescopios comportarse como un único instrumento que tiene como tamaño equivalente (y por ello, poder de resolución) las distancias entre los radiotelescopios participantes en la observación.
Con información de López-Dóriga Digital