Sin embargo, uno de los retos que aún existen para garantizar esto es la falta de conocimiento entre los usuarios sobre los riesgos que corren sus datos y cómo blindar su información en Internet. Es más, un estudio de Kaspersky revela que el 35% de los usuarios latinoamericanos ni siquiera sabe cómo se recopilan sus datos en línea. Desafortunadamente, el desconocimiento conlleva al mal manejo de los datos personales, ya sea con consentimiento o de manera involuntaria. Por ejemplo, una encuesta de Kaspersky reveló que el 24% de los usuarios mexicanos proporciona sus datos personales a cambio de descuentos o cupones, sin verificar si estos son reales o se trata de una estafa. El estudio también dio a conocer que la mayoría de los usuarios (76%) estaría abierto a publicar información comprometedora a cambio de algún beneficio o pago y que casi un tercio (27%) comparte información sensible en redes sociales. Expertos de Kaspersky advierten que el mal resguardo de la privacidad, que va de la mano con la cultura de compartir de más en línea, puede culminar en consecuencias importantes para los usuarios, como el doxing, la práctica de hacer pública y subir a Internet la información privada de una persona (nombre, datos personales, información financiera, dirección, etc.), así como la venta de datos personales en los mercados clandestinos en la web. “El doxing ocurre cuando una persona recopila y comparte información privada en línea sobre otra sin su consentimiento, para avergonzarla, herirla o ponerla en peligro. Cualquier persona puede ser víctima del doxing ya que no se basa en la popularidad, posición económica o el rol que el objetivo desempeñe en la sociedad. Es más, el atacante puede ser un desconocido, o alguien que busca tomar alguna ventaja personal, desee perjudicar a la víctima o hasta un admirador/a secreto”, alerta Fabio Assolini, director del Equipo de Investigación y Análisis para América Latina en Kaspersky. “Antes de publicar información personal, especialmente en redes sociales, es recomendable que los usuarios consideren cómo el contenido que comparten en línea puede ser interpretado y utilizado por otros. La cautela y la prevención, especialmente cuando se trata de información sensible, son muy buenos aliados”, agregó.
|