Minuto a Minuto

Entretenimiento Encuentran muertos al director de cine, Rob Reiner y esposa en su casa de LA
El actor, director y productor Rob Reiner fue encontrado muerto este domingo en su casa de Los Ángeles junto a su esposa, Michele Singer
Internacional Identifican a cinco de las víctimas del atentado de Sídney, incluidos dos rabinos
Autoridades confirmaron la identidad de cinco de las 16 víctimas mortales del tiroteo ocurrido durante un festival judío en la playa de Sídney
Internacional “Vienen vientos de la muerte”; Petro tras el triunfo de Kast en Chile
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, advirtió que en América "vienen los vientos de la muerte", tras la victoria de José Antonio Kast en Chile
Nacional Saldo blanco en la marcha de la Generación Z de este domingo
Autoridades de Ciudad de México informaron que la marcha de la Generación Z realizada este domingo concluyó con saldo blanco
Sin Categoría Avión de JetBlue evita colisión con una aeronave militar de EE.UU. cerca de Venezuela
"Casi tuvimos una colisión en el aire", dijo el piloto de JetBlue, de acuerdo con una grabación de su conversación con el control de tráfico aéreo filtrada a los medios

¿Qué esperar del papa Francisco, Jorge Bergoglio, en su larga visita a México de la próxima semana? ¿Una “visita pastoral” o una “visita política”?

¿Veremos un papa que solo reza, conforta y reenciende la fe de sus ovejas? ¿O también a un papa que habla de las dolencias terrenales que aquejan a su grey?

Espero que haga las dos cosas, y creo que las hará. Tendría que ser otra persona, otro papa, para hacer una visita pastoral y no meterse en las cosas de este mundo.

Hace varios meses intenté en esta columna una reflexión sobre la vocación jesuita, visible en Bergoglio, de “estar en el siglo”, de ser parte activa de su tiempo.

Este fue el santo y seña de la Compañía de Jesús:  no recluirse en los conventos, sino salir al mundo, como el ejército que requería la Iglesia: la Compañía de Jesús en el sentido solidario, pero también militar de la palabra.

Bergoglio pareció desde el principio un hombre de su tiempo, un hombre en su siglo, verdadero hijo del linaje de la Compañía de Jesús.

Sorprendió al mundo, no sé si también escandalizó a su grey, tomando posiciones liberales en algunos de los dilemas morales más complicados para la Iglesia de Roma.

Levantó los velos de la impunidad sobre sacerdotes y dignatarios católicos manchados indeleblemente por diversos géneros de abuso infantil.

Levantó también las mallas de la discriminación contra los homosexuales, que a los ojos de Bergoglio no son sino otra parte sufriente de su Iglesia, con sus derechos espirituales a salvo.

Readmitió en la grey católica a los divorciados, hasta ahora excluidos de ella.

Hizo la encíclica de mayor calado y pertinencia no solo en torno al cambio climático como un problema global, sino en torno a la dimensión moral que implica la carrera autodestructiva del consumismo.

Autorizó la absolución sacerdotal para mujeres que llevan en su cuerpo la herida del aborto.

Bergoglio ha estado en su siglo con elocuencia, valor y generosidad. Creo que hablará de las cosas del César tanto como de las cosas de Dios.

Es un papa de su tiempo, yo quisiera oírlo repetir todas sus audacias temporales en México.

[email protected]