Elecciones 2024
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No pudieron acordar candidato común el PAN y el PRD para la gubernatura del Estado de México. Ahora tienen hasta el 23 de enero para armar una coalición.

Así, Alejandra Barrales y Ricardo Anaya tienen un poco más de tres semanas para obligar a los perredistas y panistas mexiquenses a hacerse a un lado y no resistirse.

A pesar de la narrativa de coaliciones exitosas, está la realidad de las del 2010, algunas tan malas que ni el PAN ni el PRD quieren responsabilizarse de las malas gestiones.

El confuso desabasto de gasolina

Nos dan muchas explicaciones para el desabasto de gasolina en ciudades del Bajío y del centro de la República. Desde el mal clima hasta la clandestina ordeña de los ductos.

Afirma Pemex tener inventarios suficientes para garantizar el abasto, lo cual significaría problemas en la distribución que se agravan por los desacuerdos entre gasolineros y Pemex por los nuevos contratos.

Es posible que el desabasto lo expliquen todos estos factores. Y que los desacuerdos lleven a los concesionarios a contribuir a la sicosis de los consumidores. Ojalá, pues eso facilitaría la solución.

Presiones por crear un consejo fiscal

Desde las ONG, ahora llamadas “organizaciones de la sociedad civil”, aumentan las presiones para que en México se cree un consejo fiscal autónomo, como lo sugirió el FMI.

El problema es que un consejo fiscal autónomo depositario de la política fiscal —crucial y expresión de soberanía en cualquier nación— pasaría a una entidad que en estricto rigor no rendiría cuentas a nadie.

Desde hace más de 60 años, México ha formado especialistas en finanzas públicas, profesionales y de probada capacidad. Como en toda democracia representativa, el juicio sobre su tarea lo emiten los votantes.

NOTAS EN REMOLINO

Para dar un respiro a los lectores, en lugar de cápsulas políticas compartimos una reflexión de Noche Vieja, camino hacia el Año Nuevo.

La Noche Vieja no debe ser para contar lo que no falta, que para tantos es mucho, sino para contar las bendiciones, por escasas que nos parezcan.

Por poca comida que tengamos en nuestra mesa, por pobre que sea nuestra ropa, por humilde que sea el techo que nos cobija, somos más ricos que casi 60% de los habitantes del planeta. Si nos levantamos con buena salud, somos más afortunados que las 14,000 personas que murieron en México la semana pasada.

En la Noche Vieja dejemos de hacer recuento de lo que nos falta, de lo que no hemos podido lograr. Contemos las bendiciones recibidas.

Le deseo a todos los compañeros de El Economista, a los lectores y sus familias que Dios permita que no se apague en nosotros la llama de la esperanza, pues a la noche más oscura siempre sigue un día luminoso, un nuevo día, un nuevo año, con retos, pero también con oportunidades. Si Dios nos presta vida, nos veremos en estas páginas el próximo martes 3 de enero.