Elecciones 2024
Elecciones 2024

Desde que el actual presidente ejerce el poder, antes de tomar posesión, la caída más drástica en las expectativas de crecimiento económico se dio en el tránsito de octubre a noviembre del año pasado, justo cuando el gobierno electo de Andrés Manuel López Obrador había decidido cancelar la construcción del nuevo aeropuerto en Texcoco.

Por aquellos meses de la tersa transición Peña Nieto-López Obrador, los analistas calculaban que la economía mexicana habría de crecer, durante el 2019, 2.2 por ciento.

Pero después del varapalo de la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de México, con un avance de casi 40% en su construcción, la estimación se derrumbó a 1.9%, además de que se presentaron efectos negativos en los indicadores financieros, como el paso de la cotización del peso frente al dólar de los 18.80, a principios de octubre pasado, a los 20.40 pesos de mediados de noviembre.

Fue, sobre todo, un duro golpe a la confianza en el momento en que se hacían cálculos de cuáles serían los alcances del nuevo gobierno.

Desde entonces, de manera sistemática, han bajado las perspectivas de crecimiento por parte de todos los expertos, públicos y privados, nacionales y extranjeros.

En febrero pasado, las expectativas promedio de los analistas que consulta el Banco de México iban ya en 1.63% de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) para este año.

En la más reciente encuesta, publicada a principios de este mes, la estimación había bajado a 1.5% de expansión del PIB. Esto después de conocer el dato de la contracción económica en la primera lectura del comportamiento económico del Inegi de -0.2 por ciento.

Nada parece por ahora animar a los analistas a que vean esos “otros datos” que tiene el presidente y que hablan de una expansión de 4% del PIB este y los próximos cinco años. Porque hay que recordar que la estimación de López Obrador es llegar al último año de su mandato con un espectacular 6% de crecimiento.

Por lo pronto, lo que hay es la cruda realidad de mantener el tobogán en las estimaciones. Citibanamex acaba de corregir a la baja su pronóstico para este año de 1.4%, que ya era bajo en comparación con el promedio de la encuesta del Banxico, a 1.2% de expansión del PIB para este 2019.

La revisión viene después del anuncio en Palacio Nacional del aval del gobierno federal a un préstamo para Pemex. Simplemente porque el escenario no cambia. Sólo que ahora se amplía a las finanzas nacionales y a la calificación soberana de la deuda mexicana la complicada situación financiera de la petrolera.

Pero este grupo financiero define en su exposición de motivos algo que han expuesto de diferente manera lo mismo calificadoras que analistas. Dicen que hay un compromiso de palabra con la salud financiera del país, pero hasta ahora es claro que las convicciones ideológicas ocupan un mayor espacio en los debates clave del gobierno.

Es más, Citibanamex pronostica un crecimiento promedio durante este sexenio de 1.9 por ciento. No más.

Esta semana conoceremos la lectura definitiva del comportamiento económico del primer trimestre por parte del Inegi, esto dará pauta para otras correcciones de los pronósticos.

Pero, sobre todo, lo que amenaza con romper el piso de 1% en las estimaciones del crecimiento económico es la falta de claridad de rumbo en materia económica. Más allá de la visión de que todo va espectacular con la 4T que tienen desde Palacio Nacional.