Elecciones 2024
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Tal vez por su origen regiomontano, pero sobre todo por su desempeño en la renegociación del acuerdo comercial con Estados Unidos y Canadá, Ildefonso Guajardo fue uno de los funcionarios peñistas que mereció más atenciones, por parte del equipo de transición. Su interacción con el embajador Jesús Seade y con la futura secretaria de Economía, Graciela Márquez Colín, fue cálida y cercana, incluido el tour por el edificio central de la dependencia, totalmente remodelado.

Lástima que no ocurriera lo mismo entre los mandos medios y superiores. A Rosaura Castañeda, jefa de la Unidad de Negociaciones Internacionales, le tocó acordar la entrega-recepción con el futuro subsecretario de Industria y Comercio, Ernesto Acevedo Fernández, quien, después de una primera inmersión en los temas pendientes, puso su primera y única condición: tener en su escritorio, a más tardar el viernes 30 de noviembre, la renuncia de todos los directores de área, directores adjuntos, directores generales y asesores.

Hasta entonces, los afanes autoritarios del reconocido escritor y académico eran desconocidos. Pero es una instrucción superior limpiar las estructuras gubernamentales, en parte por los nuevos criterios de austeridad, pero sobre todo porque nadie con pasado panista o priista tiene cabida en la 4T. Y Acevedo Fernández, ya en funciones, tuvo que encarar a los burócratas rebeldes.

“Le debemos al presidente Andrés Manuel López Obrador y al gobierno de la República lealtad y disciplina”, argumentó el nuevo funcionario. “No somos de Morena, pero tampoco del PRI o del PAN. Y el servicio público, ante todo, nos obliga a defender nuestra dignidad”, escuchó como respuesta.

Las historias del desplazamiento de la alta burocracia se han multiplicado en días recientes. Las resistencias para entregar las renuncias han comenzado a ser canjeadas por paquetes compensatorios: si aceptan irse “voluntariamente”, podrán cobrar una quincena más. Pero el 15 de diciembre deben haber dejado sus plazas.

Las vacantes, en la mayoría de los casos, no serán ocupadas. Es el peor de los mundos: los ejecutores de gasto no pueden iniciar procedimientos de contratación, porque en la mayoría de los casos no están redefinidos los organigramas ni las funciones de los funcionarios entrantes. Y las contrataciones de plazas presupuestarias de carácter permanente, de plazas de carácter eventual y las de prestaciones de servicios profesionales con cargo al capítulo de servicios personales llevan cinco meses canceladas.

Los movimientos de servicios personales que deriven del artículo 34 de la Ley de Servicio Profesional de Carrera y las obligaciones establecidas en términos de la legislación laboral —léase liquidaciones e indemnizaciones por despidos— tampoco son procedentes. Hasta nuevo aviso.

Una de las peores historias de esta transición a trompicones ocurrió en el Instituto Nacional de las Mujeres, cuya entrega-recepción condujo la senadora guanajuatense Martha Lucía Micher.

En ese organismo, desde marzo pasado, despachaba Marcela Eternoud Arámburu tras la renuncia de Lorena Cruz Sánchez. En los últimos dos meses, ella y su equipo fueron y vinieron de la sede del Instituto, en el sur de la CDMX, y la sede del Senado de la República porque la legisladora no podía distraerse de sus funciones parlamentarias para atender el encargo de la ministra Olga Sánchez Cordero.

En vísperas del cambio de poderes, Micher requirió la renuncia de los 255 empleados del Inmujeres. La directora saliente y otras directoras de área, entre ellas María de la Paz López, accedieron a separarse de su cargo, pero advirtieron sin matices de los efectos perniciosos de este despido sumario.

Ante las quejas por los atropellos de la legisladora y con un escándalo mediático en ciernes, la nueva secretaria de Gobernación encargó a su coordinador de asesores, Jorge Alcocer, reconducir el proceso. Para el Inmujeres están perfiladas Nadine Gasman, representante de ONU Mujeres en Brasil; la exdiputada Maricela Contreras y Carol Arriaga, lideresa del sector femenil de Morena, quien incluso activó una campaña en Change.org para sustentar sus aspiraciones con firmas de adeptos a su causa y el respaldo de las ONG, feministas y amplios sectores partidistas. ¿Será?

EFECTOS SECUNDARIOS

¿SANA DISTANCIA? Los contactos entre la fracción que lidera el ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Luis María Aguilar Morales, con la ahora secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, cada vez son más frecuentes e intensos. ¿Tema? La elección del nuevo titular del Poder Judicial de la Federación, que tendrá que asumir funciones el próximo 2 de enero. En los pasillos de la Corte ven con interés el intenso cabildeo de los que antaño parecerían polos opuestos, varios priistas y hasta expresidentes de la República están operando. En estos días, sabremos si Olga Sánchez puede imponer su agenda y candidato, sobre una alianza cada vez más fuerte en su contra que incluye al consejero jurídico de AMLO, Julio Scherer, al secretario de Seguridad Ciudadana, Alfonso Durazo, y al coordinador de los senadores de Morena, Ricardo Monreal Ávila.

¿CERCANÍA? Aristóteles Sandoval se despide de la gubernatura de Jalisco y, en unos días, Manuel Velasco dejará la primera magistratura de Chiapas; antes tuvo que entregar la presidencia de la Confederación Nacional de Gobernadores, a uno de sus más cercanos: Alejandro Moreno Cárdenas, de Campeche, quien luego del cónclave del Palacio Nacional con AMLO permaneció en la CDMX para atestiguar la unción de Claudia Sheinbaum.

MAÑANEROS. Este mediodía, en el edificio inteligente donde alguna vez despacharon Alejandra Lagunes y Rodrigo Gallart, se reunirán los enlaces de comunicación de las dependencias que integran el gabinete legal y ampliado con su jefe, Jesús Ramírez Cuevas. Formalmente será el segundo taller que impartirá el nuevo vocero presidencial. ¡Órale!