Alemania es reconocido por la calidad de sus autos, que van desde los Mercedes-Benz a los Porsche, pero ahora, gracias a Eric Wulf y Mr. Wash, también lo será por la de sus lavaderos. La súper estructura de dos pisos en Stuttgart puede lavar más de 500 mil autos al año, poco más del doble … Continued
Alemania es reconocido por la calidad de sus autos, que van desde los Mercedes-Benz a los Porsche, pero ahora, gracias a Eric Wulf y Mr. Wash, también lo será por la de sus lavaderos.
La súper estructura de dos pisos en Stuttgart puede lavar más de 500 mil autos al año, poco más del doble que los lavaderos de Estados Unidos, cuyo promedio es de 200 mil vehículos anuales. “Esta cosa estará de pie para siempre, hay más concreto y acero aquí que en 10 lavaderos de los Estados Unidos”, refiere Wulf.
En el piso superior, las máquinas se encargan de lavar el coche por fuera, para después ser atacados por un ejército de trabajadores que lo dejan reluciente por dentro. En el piso de abajo, los clientes más pulcros pueden eliminar cualquier rastro de suciedad que haya quedado con aspiradoras, pistolas de aire comprimido y máquinas especiales para lavar los tapetes, sin costo adicional.
Wulf tiene otros 32 negocios de este tipo en el país, pero el de Stuttgart es el más requerido, además del más caro, pues costó creca de 40 millones de dólares para construirlo y emplea a alrededor de 40 personas. Además de lavado, también tiene cambio de aceite y expendio de gasolina, si el conductor así lo requiere.
El servicio cuesta entre 7.77 y 25.92 dólares, por lo que muchos alemanes acuden religiosamente los sábados a lavar sus Minis, Audis, BMWs y cualquier otro vehículo que lo requiera.
Con información de Wall Street Journal