En 1914, soldados británicos y alemanes que se encontraban en guerrera tuvieron una tregua no oficial el día de Navidad
La Navidad es una de las celebraciones más importantes del mundo, compartida por la religión católica y por varias vertientes del cristianismo, y es vista como un momento de unión y para buscar la paz en el mundo.
Sin embargo, hubo una ocasión en la que realmente consiguió que dos bandos enemigos dejaran las armas a un lado, aunque solo fuera por algunas horas.
El hecho ocurrió durante la Primera Guerra Mundial, en 1914, cuando las potencias de la Triple Alianza y la Triple Entente se encontraban en los primeros años del periodo de trincheras.
Parte de los soldados involucrados, pertenecientes al ejército de Alemania y del Reino Unido, comenzaron a cantar y a salir de las trincheras durante un momento para celebrar la fecha.
Todo comenzó por iniciativa de los altos mandos de ambos frentes, que promovieron en un primer momento el envío de cartas y regalos al frente para aumentar su moral. Poco a poco los soldados de ambos bandos comenzaron a cantar y a aplaudirse entre sí, lo que terminó cuando ambos grupos, en una acto sin precedentes, salieron de las trincheras y comenzaron a abrazarse entre ellos.
La situación, que no se extendió a todo el campo de batalla, llegó al punto que entre los soldados enemigos se realizaron regalos como recuerdos, e incluso en un famoso partido de futbol entre los soldados, que, como dato curioso, ganaron los alemanes.
Finalmente los dirigentes de los ejércitos reanudarían la guerra poco tiempo después, y evitaron que otro momento similar ocurriese en el futuro, si bien una nueva tregua navideña se intentó en 1915.
Por Juan Castro