Elecciones 2024
Elecciones 2024

Apenas el viernes 6 de marzo dábamos cuenta aquí del regreso de la primera dama. Escribí que por estrategia, o porque no había de otra, la gira al Reino Unido, con sus Palacios de Buckingham, carruajes, fracs, lores, reinas y estrellas, le otorgaba un papel a Angélica Rivera, quien después del episodio de la casa de Las Lomas parecía desmoralizada por una pena irreparable, un personaje perdido para la causa.

Las especialistas en moda y elegancia elogiaron su actitud y estilo en Londres, algo impensable a principio de año. Dije que no sabía si ese regreso era una buena o mala noticia. Desconocía que el siguiente capítulo serían 21 páginas en la edición nacional de la revista Hola, que circuló hasta el martes 17.

Pregunté a expendedores de revistas en puestos y locales cerrados cómo había jalado el número de Angélica Rivera. Ninguno me contestó que espectacularmente. Un fenómeno de ventas no parece haber sido.

Carezco de información para afirmar si Los Pinos pidió o palomeó las 21 páginas, pero hay una percepción, incluso entre funcionarios de nivel de la administración del presidente Peña Nieto, de que no fue una casualidad. Y de que la respuesta en las clases medias y medias altas fue la reprobación, el enojo. Quizá se buscaba proyectar la estampa de una mexicana admirable que se levanta con altivez de la desgracia. Sin embargo, por lo visto, se obtuvieron los previsibles comentarios de que el país se cae a pedazos y ella se pavonea con sus vestidos Valentino y Alexander McQueen; de que no está claro lo de la casa y ella, sin pudor, sigue jugando al glamour y la opulencia. A la telenovela.

¿Así lo planearon los asesores del presidente Peña Nieto y aprobó él? ¿Hay un diseño estratégico de que esta forma de relanzar la imagen de la primera dama traerá dividendos políticos y sociales? De no ser así, ¿no hay protocolos para las apariciones de la primera dama? ¿Nadie ordena dejar de enviar ciertos tuits; nadie advierte que es mala idea bailar en diciembre hasta las cinco de la mañana en una discoteca de Guerrero, o ganar 21 páginas en la prensa del corazón?

Dos semanas después, pienso que tal regreso no puede ser una buena noticia. La imagen pública es asunto delicado. Y más en una sociedad crispada y con ganas de seguirse crispando.

La moderación no resolverá los problemas. Pero podría ayudar para no deteriorar más la percepción de un gobierno que enfrenta, precisamente, una crisis de percepción.

MENOS DE 140: Se prepara un índice de empresas telefónicas que poco colaboran contra extorsiones y secuestros. Iusacell será número uno.

[email protected]