Tiene razón Hugo Valdemar, vocero de la Arquidiócesis de México: quienes exigieron ayer la renuncia del arzobispo Norberto Rivera Carrera “se equivocaron de puerta”. Debieron acudir a la Cámara de Diputados y al Senado a demandar que se apruebe la iniciativa presidencial de matrimonios igualitarios. El cardenal se deslindó hace dos semanas de las movilizaciones … Continued
Tiene razón Hugo Valdemar, vocero de la Arquidiócesis de México: quienes exigieron ayer la renuncia del arzobispo Norberto Rivera Carrera “se equivocaron de puerta”.
Debieron acudir a la Cámara de Diputados y al Senado a demandar que se apruebe la iniciativa presidencial de matrimonios igualitarios.
El cardenal se deslindó hace dos semanas de las movilizaciones a que convocaron los obispos y agrupaciones civiles, pero además ha sido respetuoso de los canales institucionales: desde 2010 en la capital esa unión es legal, y jamás ha impulsado una manifestación en contra.
Ayer, a través de su representante laico, Armando Martínez Gómez, Rivera pidió al PRD y a la Comisión de Puntos Constitucionales en San Lázaro se abran espacios legislativos para que sean escuchados quienes estén a favor o en contra.
Esto sí: el prelado rechaza la iniciativa por considerar que un derecho contractual no debe elevarse a norma constitucional.
Gran misterio: ¿por qué los manifestantes no piden la renuncia del arzobispo de Guadalajara, Francisco Robles Ortega, quien preside además el Episcopado azuzador?