Rachel Farrokh lleva 10 años con anorexia, por lo que pide en un video ayuda para comenzar tratamiento, porque los hospitales no la aceptan.
Rachel Farrokh, de 37 años, ha comenzado a solicitar ayuda para que sea atendida en un hospital, debido a la anorexia que padece, y que desde hace unos meses, ha empeorado su estado de salud. Así que ha empezado una campaña con la publicación de un video donde se le puede ver muy grave.
Farrokh pretende con ello también advertir sobre los riesgos de esta enfermedad que es frecuente en muchas mujeres ante la presión por perder peso.
La ejecutiva de cuentas y aspirante actriz comenzó con esta enfermedad hace casi una década, cuando dejó de comer para restar algunos kilos, y con 1.70 metros de altura pesa 20 kilos. Anteriormente pesaba 56 kilos.
Rachel explica que tareas cotidianas resultan extremadamente difícil debido al poco peso que tiene, por lo que es su esposo, Ron Edmondson, tiene que asistirla las 24 horas del día, haciendo que éste dejara su trabajo para cuidarla.
Debido a ello, Farrokh ha solicitado ayuda médica en varios hospitales de California del Sur, los cuales le han negado el servicio debido a que el bajo peso que posee la mujer, representa un riesgo y responsabilidad para las instituciones médicas que la traten.
En el video, Rachel, explica que necesita ayuda a causa de la severa anorexia que sufre, pero que está a tiempo de mejorar si la gente decide ayudarla para ingresar a tratamiento médico, lo cual ha llevado a la mujer y a su esposo a usar la plataforma de financiación GoFundMe.
Sin embargo, de acuerdo al especialista en programa de trastornos alimenticios, Michael Strober, del Hospital Neuropsiquiátrico Resnick de la Universidad de California, el tratamiento de “realimentación” al que Farrokh podría someterse también implica riesgos en su estado de salud.
El médico señala que Rachel podría sufrir síndrome de retroalimentación, en el cual el cuerpo intenta adaptarse a la introducción repentina de nutrimentos, lo cuales si se administran de manera pronta podrían afectar al metabolismo de forma peligrosa.
Farrokh, quien luce irreconocible, asegura que tras haberse graduado y perder su empleo, comenzó a perder peso hasta que salió de control.
Especialistas señalan que la anorexia nerviosa no es aborrecer la comida, sino que es un reflejo negativo de cómo las personas lidian con sus problemas emocionales, por lo que se malinterpreta la delgadez con una mejor autoestima.
Con información de Daily Mail.