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Destacan las bondades de las alimentación mediterránea
Foto de Pixabay.

Estudios científicos han demostrado que la dieta mediterránea es benéfica para proteger la salud, además de que en países como Italia ha permitido que aumente la longevidad y disminuya la obesidad.

Esta dieta, que hace 10 años fue declarada Patrimonio Intangible de la Humanidad por la Unesco, está conformada por una abundante riqueza de nutrimentos y no excluye ningún tipo de alimento, además de que se enfoca más en contener siempre las porciones adecuadas, explicó Dennis Bier, director del Centro de Investigación de Nutrición Infantil en el Colegio de Medicina de Baylor.

El especialista apuntó que las dietas no solamente dependen de los alimentos que la componen, sino de factores como el entorno en el que se consumen, por lo que es más parecido a un estilo de vida. “No hay alimentos buenos o malos en sí mismos, sino solamente dietas buenas o dietas malas”, abundó.

Simone Landini, encargado de Negocios de la Embajada de Italia en México, explicó que la dieta mediterránea está compuesta de alimentos como frutas, verduras, pescado, productos lácteos y carne, todo combinado de manera ideal.

Comer bien no significa renunciar a una rebanada de pizza o a un postre, sino a saber en qué momento los podemos consumir”, señaló.

En Europa, Italia es el segundo país con la población más saludable y el tercero más longevo, lo cual está también ligado a la alimentación, mencionó.

Lo importante no es qué comer, sino cuánto

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Foto de Pixabay.

Durante el “Foro de Nutrición Positiva y Educación. Dietas Tradicionales y Modelo Mediterráneo”, organizado por la Embajada de Italia en el campus de la Universidad del Claustro de Sor Juana, especialistas coincidieron que la recuperación de dietas balanceadas es un factor esencial para combatir padecimientos como la obesidad, diabetes y enfermedades cardiovasculares a nivel mundial.

Luca Piretta, especialista en nutrición, dice que no solamente es necesario analizar qué comen las personas, sino cuánto comen y de qué manera lo comen.

Todos los día oímos informaciones que nos dicen qué comer y qué no comer, pero debemos tener cuidado porque la interpretación de los datos científicos no es algo simple”, apuntó.

“Si seguimos la dieta mediterránea, además de bajar el riesgo de enfermedades, aumentará el nivel de satisfacción de la vida”, aseguró.

Hugo Ribeiro, pediatra especializado en gastroenterología y nutrición, reiteró que todos los días surgen informaciones de supuestas dietas que solamente confunden a las personas.

La mayoría de las dietas están basadas en las demonizaciones o beatificaciones de los alimentos, pero eso es un gran error”, apuntó.

El especialista también advirtió que las dietas no funcionan igual en todas las personas y en todos los entornos.

Lo que pasó en México con la alimentación

En el mismo foro, Martha Kaufer, investigadora del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, dijo que hasta mediados del siglo XX, en México existía un mayor aprecio por la comida, además de que se dedicaba más tiempo a la preparación y consumo de alimentos.

“Pero hoy, la urbanización, la presión de la mercadotecnia y el aumento en el pensamiento mágico, aunado a conceptos como ‘alimentos gourmet’ o ‘funcionales’, se ha dado un lugar que no es real”, advirtió.

También hay cuestiones sociales, como que ahora tenemos menos tiempo para la comida familiar, por lo que mucha gente come con prisas y sin horarios, lo cual ha hecho que la obesidad se instale en nuestras vidas”.

Kaufer llamó a recuperar la cultura alimentaria tradicional mexicana, ya que eso puede ayudar a mejorar las condiciones de salud en el país.

“Es necesario reaprender lo que se nos olvidó; hay que comer bien hasta que se nos vuelva una costumbre, hasta que no estemos pensando en qué debeos comer”, destacó.

Todos los especialistas que participaron en este foro coincidieron en que los alimentos tienen un papel sociocultural que va más allá de una función nutricional, por lo que debe ser un acto placentero.

 

Con información de Carlos Tomasini