El concepto de entrenamiento funcional ha recibido mucha atención en los últimos años
El concepto de entrenamiento funcional ha recibido mucha atención en los últimos años. Parece ser que aunque muchos entrenadores personales o preparadores físicos se publicitan como expertos en entrenamiento funcional, en ocasiones pasan por alto los puntos clave en la aplicación efectiva de esta metodología tan añeja. Podría dar tres definiciones:
- Por definición “el entrenamiento funcional” significa entrenar con un propósito en particular. En otras palabras debe tener un efecto positivo en la actividad o deporte que se practica, Ejemplo: Si alguien quiere hacer un Triatlón, debe de realizar un programa de entrenamiento de fuerza y resistencia especifico para “funcionar mejor “ en ese deporte. El entrenamiento funcional adopta los ejercicios tridimensionales así como un acercamiento integrado para mejorar la fuerza y el acondicionamiento total de aquellos que lo utilizan. Los rehabilitadores deportivos y terapeutas no solo tienen que devolver al deportista a su patrón de vida cotidiano sino también al más alto nivel y recuperar su máximo rendimiento. Años atrás, cuando alguno de nuestros padres o abuelos se sometía a una cirugía mayor, había que estar en reposo por semanas, ahora casi de manera inmediata ponen a caminar al paciente, con el fin de echar a andar la máquina, que es el cuerpo humano.
- Término genérico para nombrar formas de acondicionamiento alternativas al gimnasio convencional conocido como equipos localizados de fuerza y el peso libre, o sea las pesas, barras y mancuernas. Hoy en día, el movimiento global sobre el entrenamiento funcional tiende a enfatizar la utilización de accesorios tales como cintas de suspensión, tablas de equilibrio, mancuernas, pesas rusas, balones medicinales, pelotas suizas, ligas, bosu, sacos de arena y ejercicios con el peso corporal. Lo importante primero, es entender las necesidades del individuo, cliente o atleta antes de implementar cualquiera de estos accesorios y sus ejercicios.
- Es un programa de entrenamiento que ayuda a mejorar las actividades de la vida diaria y el deporte. En un mundo donde diario se flexiona, rota, gira, subes y bajas, empujas, jalas, brincas y estabilizas, este entrenamiento resta importancia a los movimientos mono-articulares en contraposición a las máquinas de carga guiada que encontramos en gimnasios, las cuales vienen a trabajar grupos musculares aislados y de forma estricta, limitando los rangos de movimiento tridimensionales. Sin embargo, la verdad es que casi cualquier ejercicio puede ser funcional para una persona en un momento o ciclo determinado. Muy a menudo, si nos encontramos en una fase inicial de una rehabilitación, con una persona poco coordinada o novata, una máquina de carga guiada o un ejercicio de ejecución sencilla pueden llegar a considerarse funcionales. Aun así, el uso generalizado de máquinas va en contra de la filosofía del entrenamiento funcional por muchas razones.
Características:
- Enfoque en la movilidad articular y músculos.
- Debe involucrar varias articulaciones, varios planos, y para una actividad específica.
- Promueve la coordinación y propiocepción (capacidad de reacción).
- Trabajo del Centro de Gravedad.
- Patrones de movimiento eficientes.
- Involucra el mayor número de fibras musculares en un solo movimiento.
- Utiliza réplicas de movimientos de la vida diaria.
- Programas diseñados a las necesidades del clientes.
Beneficios:
- Mayor movilidad.
- Mejor coordinación.
- Un cuerpo mas blindado a cualquier lesión.
- Más efectivo.
- Mas “funcional” para las actividades de la vida diaria.
Los actuales planteamientos al respecto del entrenamiento funcional, se entienden desde un simple planteamiento en base al desarrollo de ejercicios mediante movimientos integrados y multiplanares que implican aceleración conjunta, estabilización y deceleración, con la intención de mejorar la habilidad del movimiento, de la fuerza de la zona media y la eficiencia neuromuscular. Así la justificación para dicho tipo de entrenamiento se basa en una mayor aplicación para las actividades cotidianas y el empleo de ejercicios o actividades “naturales”, pese a que desde una perspectiva más terminológica y conceptual deberíamos replantearnos lo poco apropiado de justificar un entrenamiento de este tipo en base a una supuesta necesidad para aquellas actividades naturales en la sociedad actual, pues éstas serán y son distintas de los movimientos que podrían realizarse hace 50 años e incluso 10 años y que dicha “naturalidad” (cotidiana, repetida, etc.) será distinta en cada caso de la propia actividad del sujeto. Además parece clara la necesidad de considerar y plantear un análisis mucho más profundo al respecto, de la necesidad de un entrenamiento que implique movimientos y grupos musculares menos solicitados o que poseen cierto desequilibrio tónico-postural atendiendo a las propias características individuales (determinadas mediante una adecuada valoración previa), lo que constituiría el desarrollo de unos adecuados criterios de prescripción de ejercicio desde una perspectiva más funcional, considerando las actividades de la vida diaria y las actividades de la vida diaria laboral tanto desde la perspectiva de la prevención, como de la preparación y mejora del rendimiento en dichas actividades.
Mi frase para describir el Entrenamiento Funcional es:
“ENTRENA DE LA MANERA EN QUE TE MUEVES EN LA VIDA DIARIA Y EL DEPORTE”
Por Tomás Weimar (@tomasweimar). Entrenador Personal.