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#LaPeorMamá ¿Usted piensa que salir de vacaciones es fácil? ¡PUES NO!
Foto de Archivo

Mañana me voy de viaje. Llegaron las vacaciones y el calorón y yo voy a huir a la gran ciudad a ver a mi gente. Llevo planeando este viaje en mi cabeza mas o menos un año. Bueno no, exageré un poco pero sí lo traigo en la mente desde semana santa. ¿Cuándo nos vamos a ir? ¿Cómo nos vamos a ir? ¿Qué voy a hacer con la perra? ¿Qué voy a hacer con la muchacha? De verdad, salir de vacaciones es un reto. O al menos para mí, lo es. Pienso hasta cómo hacerle para dejar el refri vacío y que no se eche a perder la comida. Sí, hasta en eso hay que pensar.

¿Por qué? ¿Por qué antes era tan fácil salir de vacaciones y ahora todo se complica? Antes solo había que echar unos calzones, traje de baño y algo nice por si salíamos y ¡listo! Ahora más o menos lo mismo pero mío y de otros dos. Ah y los flotis, pero ropa como el doble por si se mojan, por si se ensucian o por si llega el fin del mundo porque la maleta es gigante. Y obvio no pueden faltar las medicinas para la fiebre, los mocos, la diarrea, el estreñimiento, el oído y no sé que tanta cosa más y pues un ibuprofeno porque seguro un día me duele la cabeza.

En esta ocasión la vacación va a estar partida en varios destinos con diferentes climas así que partí las maletas e hice 2. Eso sí, solo una maleta para los niños y para mí por cada destino porque si no ni como. Obvio no hay calzones que alcancen para tanto porque yo no sé ustedes pero yo no tengo 30 calzones. Lo bueno es que en casa de mi mami me lavan la ropa. I love Marthita. Pero tengo que tener toda una logística para que la maleta del segundo viaje no falle. Porque en un descuido nos vamos los 3 sin calzones.

Hay que acomodar a la primogénita porque es todo un tema llevármela, así que a ella también hay que prepararle su maleta de croquetas y cobijas; además de rezarle a todos los santos que cuando regresemos aún nos quiera y no nos haga la ley del hielo. Nunca la había dejado tanto tiempo, la verdad me siento muy culpable.

El refrigerador… ¡ah! Es un arte dejarlo vacío. Hay que planear semanas antes cómo nos vamos a ir terminando todo lo que hay. No comprar mucho jamón pero sí lo necesario. No dejar tuppers llenos de comida. Acabarse los huevos y la leche. Y esta vez me salió muy mal. Me sobraron verduras como para poner un puesto en el tianguis pero ya las acomodé con una amiga que las va a aprovechar perfectamente bien porque no las voy a desperdiciar. La cosa no está como para tirar comida a la basura.

Además hubo que dejar libros y útiles ya comprados y forrados, al menos algunos porque planeo regresar casi cuando empiece el ciclo escolar. Así que tuve una tarde de forrado con papel contact, al cual odio con todo mi ser pero tengo una amiga que lo ama y me hizo un super paro. Me regañó mil veces pero me ayudó mucho, así que el regaño me lo aguanto y lo volvería a pasar con tal de que me ayude.

Hay que planear también el munchies para el camino. Ah sí, nos vamos en coche. La primer parada está a tan solo 7 horas, así que… agua, papas, galletas, café, refrescos. Mi coche va a ser un Oxxo. Y la verdad no he comprado todo así que tendremos que hacer una parada. O dos, porque estoy pensando que no fui a ponerle gasolina al coche…

Otro tema son los juguetes que los chamacos llevarán. Tengo una mochila con un carrito, 2 dinosaurios, 1 muñeca y 24 mini libros. Estoy segura de que esa no es una buena maleta de juguetes pero fue lo que ellos eligieron. Me estoy debatiendo entre “olvidarla”, cambiar su contenido o llevármela así y que se arrepientan todas la vacaciones.

Creo que he terminado… Ya es hora de dormir y los chamacos están demasiado emocionados con el viaje así que por supuesto a pesar de que sus ojos están a punto de cerrarse siguen y siguen y siguen como unas pilas que anuncia un conejo. Mi cabeza sigue dando vueltas a lo que se me puede estar olvidando… seguro algo será. Pero no sé que es. Y cuando me de cuenta me voy a enojar mucho.

Ah sí y el marido está ahorita empezando a hacer su maleta. Por supuesto el señor no se ha preocupado ni medio minuto por todo lo que yo. Su chamba es hacer su maleta y manejar 7 horas. Así es. Así nos nació y así nos funciona. Aunque haga coraje cada vez (solo un poquito amorcito lindo).

Seguro les estaré contando nuestras pato aventuras vacacionales. ¿Se acuerdan de las Pato Aventuras? Ay ya me fui… Hora de dormir.

Gracias por leer.