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#LaPeorMamá. ¿Qué caramba significa portarse bien?
Foto de Archivo

Desde que tengo memoria, recuerdo a mis papás diciéndome “te portas bien” cuando iba de visita a casa de alguien; a mi abuela: “debes ser una niña bien portada”; a las maestras: “quien no se porte bien no sale al recreo”; en fin, siempre se nos ha dicho que nos portemos bien, pero nunca nadie nos ha dicho qué es portarse bien.

Solo sé que ya que fui más grande me di cuenta de que portarse bien es hacer las cosas que los adultos quieren como ellos quieren y francamente es muy difícil. Yo no leo la mente de nadie, no sé ustedes.

Durante mis sesiones con mamás y papás que buscan cambios en su familia, constantemente me encuentro con frases como: “Yo solo quiero que se porten bien”, “solo lo castigo cuando no se porta bien”, “es que si no se porta bien cómo no enojarse”.

Cada vez que cuestiono a alguien sobre lo que significa portarse bien, me encuentro con que ni ellos mismos saben pero más o menos las respuestas van por estos puntos:
– Que me hagan caso.
– Que hagan su tarea.
– Que sean respetuosos.
– Que recojan sus juguetes.
– Que coman bien.
– Que no se peleen con sus hermanos.
– Que digan por favor y gracias.
– Que se duerman a su hora.
Y la lista sigue y sigue. Hagan la suya, ¿qué incluirían?

¿Se dan cuenta? Cuántas cosas tan diversas englobamos en una frase tan pequeña.

Incluso me he dado cuenta que para una misma persona lo que significa portarse bien hoy, no es lo mismo que significaba ayer.

Por ejemplo: Un día mi hija puede decirme “no quiero comer” y yo le digo “ok, no comas” o incluso “¿quieres que te haga otra cosa?” Y al otro día me dice exactamente lo mismo y mi reacción es: “¿por qué no te portas bien y te comes lo que te doy?”

Nuestra medición de portarse bien depende en gran medida de nuestro humor y nuestras prisas. Muchas veces somos muy incongruentes. Qué confusión para los pequeños.

En general intento evitar esa famosa frase con mis hijos pues me parece que genera demasiada confusión y unas altas expectativas sobre su comportamiento que no tienen idea de cómo cubrir.

No es fácil, pareciera que la traemos tatuada en el cerebro.

¿Qué hago en lugar de pedirles que se porten bien? Pues les digo exactamente qué es lo que espero de ellos, siempre en positivo.
-Recoge tus juguetes.
-Ya es hora de dormir
-Pide las cosas por favor.
-Haz tu tarea.
-Ya es hora de dormir.
-Dejen de pelear, aunque esta tampoco la uso mucho porque dejo que ellos arreglen sus cosas, pero esa es otra historia.

En fin, pido exactamente lo que busco para que sepan qué es lo que espero de ellos.

Dejemos de creer que ellos pueden adivinar lo que estamos esperando y digámoslo.

Esto aplica con niños y adultos, nadie puede leer mentes. Al menos nadie que yo conozca.

Mientras más claros son mis límites, más fácil es para otras personas respetarlos y menos me decepciono de los resultados.

Inténtenlo, quizá les funcione.

Gracias por leer

#LaPeorMamá